lunes, 30 de julio de 2007

La isla que somos

Recientemente, y con motivo de las discusiones sobre el TLC, muchos ticos se han manifestado a favor de que William Walker hubiera conquistado Centroamérica. Que ahora seríamos más prósperos, que es una mentalidad más avanzada, que seríamos parte de un país desarrollado, etc...

No dejo de pensar en las similitudes con Taiwan en este tema. Muchas personas aquí se quejan diciendo que la democracia no sirve, que es un desorden, que desde que se adoptó la democracia la economía está para el tigre, etc...

Imaginen que Walker triunfa, llega y toma control. Se justifica diciendo que “todos somos americanos”. Pero no todos “tenemos la sartén por el mango”. Al llegar se discrimina a los que no hablan inglés. Se impone el inglés como idioma oficial, en las escuelas se castiga a los niños por usar el español, se borra la historia de España y de los indígenas. El conteo histórico vuelve a cero, y se estudia solamente historia de Inglaterra y EE UU. Los americanos crean una mega ciudad avanzada en Managua, completamente americanizada, mientras que el resto del país y la región se hunden en el olvido.

Lo bonito es que Walker y su gente ha sido expulsada de Estados Unidos. Los que perdieron la guerra civil se refugian en Centroamérica –bajo dominio gringo-- y se consuelan diciendo que cuando sean lo suficientemente fuertes podrán reconquistar Estados Unidos. Emigran grandes cantidades de norteamericanos, que desplazan a los locales en los puestos gubernamentales, prensa y educación –ejes de control.

Pasan los años. Un amago de rebelión resulta en la cacería y exterminio de la élite intelectual local. Sin cabeza, y apabullados por una ideología impuesta, se pierde el sentido de identidad...

Cuando se agotan los recursos productivos, y los costos empiezan a aumentar, los “dueños de todo” simplemente agarran su capital, venden las tierras –usurpadas a los locales--, y se jalan a invertir en “lugares más competitivos”, que les permitan no pagar cargas sociales u otros derechos “que salen muy caros”. Vuelven a emigrar con sus familias a Estados Unidos, que los recibe felices por el capital que traen. Mientras tanto, los locales se quedaron al garete, al irse las fuentes de trabajo. La prensa los culpa por “pedir demasiado” –vacaciones, seguridad en las empresas, jornadas de menos de 12 horas-- y “por no querer ser americanos, un pueblo tan grande, tan noble, de tan destacada trayectoria”. No hay plata para costearse la vida, y el país empieza a hundirse.

Sin identidad, sin unión y sin recursos, tratan de pararse en sus propios pies, y conseguir volver a ser independientes. Al irse democratizando la economía, volviendo a las raíces, surge de nuevo la democracia política en el país. Sueñan con la libertad. Pero los “verdaderos sureños” no los dejan; han invertido demasiado en el país, y aunque no da tanto rédito, también está su orgullo herido. No quieren dejarlos ir, así como dejaron ir el sueño de conquistar Estados Unidos para el Sur.

Para colmo de males, los “norteños”, o los que ganaron la Guerra Civil más de 100 años atrás, tampoco los quieren dejar ir. “Si no son norteños, son sureños”, dicen primero. Ya nadie se acuerda qué era Nicaragua, o Costa Rica, antes del diluvio. Luego el cuento cambia, ya que Estados Unidos se vuelve una gran potencia, gracias en parte a la plata que revirtieron los sureños. “Por supuesto que es parte de Estados Unidos”, dicen. “Si son americanos, son de Estados Unidos”. La ONU –donde forman parte del Consejo de Seguridad-- les da la razón. Los otros países dependen de los negocios con ellos, por lo que les dan el sí a todo lo que pidan.

Las exnaciones centroamericanas quedan condenadas de por vida a darle todo lo que tienen a los demás.

¿O que, piensan que como en Costa Rica “somos blanquitos” va a ser diferente? ¿Que nos van a tratar como iguales? Una colonia es una colonia, ¡¿porqué creen que Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, y hasta Timor del Este se independizaron?!

“No, cómo se le ocurre, cómo nos van a tratar así, no si ellos van a venir a desarrollarnos, a darnos las cosas en la mano y ponernos la comida en la boca”, pueden replicarme. Vean la historia. Ahí me cuentan si encuentran un caso así.

Ningún ente es solamente una cosa. Entes tan complejos como los países son la suma de hechos históricos, no se puede atribuir a uno sólo de los actores el éxito o el fracaso de un país. Somos la suma de las partes que nos componen, y la fuerza que tenemos proviene del eslabón más débil de la cadena. Taiwan no sería lo que es hoy sin la contribución de los holandeses, chinos de diferentes etnias, japoneses y hasta extranjeros que han aportado tanto a su historia y forma de ser. Por ejemplo, sin la infraestructura que dejaron los japoneses, el KMT no hubiera podido montar sus planes de desarrollo, a los que también contribuyeron los gringos. Y si, todos ellos aportaron fondos, pero el pueblo de Taiwan también dio su trabajo. Todos colaboraron, porque somos parte de la misma isla.

Echarle la culpa sólo a los españoles del subdesarrollo es volvernos más débiles, porque abrazamos al “mandamás” de turno como salvador, sin buscar la solución adentro. Nuestros ancestros defendieron la libertad a pala y cañazo, por algo sería, así que no perdamos vista de lo que somos ni endiosemos lo que es meramente mortal.

lunes, 23 de julio de 2007


No se le puede quedar bien a todo el mundo (o introducción a los buses de Taipei)

Por estos días he tenido que acompañar a una compa del brete de shopping, porque va de visita a su país, y por supuesto, tiene que llevar algunos regalitos, A.K.A. pedidos. Para hallar todas las cosas requeridas hay que trasladarse de un lado a otro de la ciudad. Nunca he tenido mayor respeto por el sistema de buses.

Mi jefa se queda admirada de cómo conozco la ciudad y sé cuál bus tomar para ir a cualquier lado. Claro, yo no ando en un Cadillac con asientos de piel, sino a pata, desde que mis fallidos intentos en andar en scooter –que por mas que las llamen motos, a mi no me parecen más que patinetas glorificadas-- acabaran con mi humanidad llena de moretes y raspones. O sea, por necesidad se vuelve uno un gatazo en bus. Eso, o compra un seguro de vida millonario. Se salvó la familia en Costa Rica!

Cada bus tiene un número asignado, y en la pantalla superior exhibe el número y el nombre de los dos extremos de su ruta. Puede que incluya al frente un letrero que diga si pasa por algún landmark o sitio importante, por ejemplo: el Mall Miramar, el Museo del Palacio, el Taipei 101, etc.

Algunos buses llevan al lado una lista de las paradas importantes, especialmente si en su recorrido pasan por una o dos estaciones de metro. Puede buscar los datos de la ruta en Internet. http://www.taipeibus.taipei.gov.tw/index_e.htm o http://www.taipeibus.taipei.gov.tw/emap/map/pdf/map/Taipei.pdf

Muchos de los buses llevan dentro una pantalla luminosa que despliega en chino y en inglés en qué parada se encuentra o cuál parada se aproxima. Esto es gracias a un sofisticado sistema de GPS, que permite llevar un control del tiempo del recorrido.

Recientemente se inauguró un sistema electrónico en Taipei, donde las mismas pantallitas electrónicas han sido colocadas en las paradas. Allí le dicen a uno cuál bus se aproxima, y en cuánto tiempo llegará. ¿Piensan que ésto es muy bueno? Pues la gente se quejó diciendo que deberían poner más atención al estado de ciertas unidades de buses antes de hacer esos arreglos sofisticados. Conste que los buses acá están bastante bien, aire acondicionado y relativamente limpios.

Este sistema se puede ver en las paradas construidas dentro de los carriles centrales exclusivos para buses. Estos carriles desataron mucha controversia, ya que algunos no fueron muy bien diseñados y más bien ayudan a la congestión vehicular en lugar de aliviarla. Pero bien utilizados agilizan grandemente el tránsito, al separar los buses del resto de los vehículos –conste que en Taipei no andan los trailers ni los tanqueros en media calle a toda hora, sino que tienen restricciones.

Uno de los lugares más criticados fue frente a la Universidad Nacional de Taiwan (Taida) --donde estudiaron, estudian, y ojalá estudiarán varios ticos-- en la avenida Roosevelt, ya que por una falla de diseño y planificación no sirve para el recorrido de todos los buses. Mientras que la mayoría de los buses seguían directo en dirección a la Estación Central de Taipei, muchos otros debían doblar a la derecha para continuar hacia el norte de la ciudad. Si bien causa algo de confusión, el desorden resultante es más seguro que antes, cuando los estudiantes en motocicleta o bici tenían que tirarse para salir de la universidad en medio de los buses que estaban entrando a toda velocidad a la parada. Resultado: más de uno quedó hecho una tortilla entre dos buses o peor, el bus al salir lo golpeaba lo lanzaba con todo y moto o bici en el carril contrario, dejándolo hecho una calcomanía contra un bus que iba en dirección contraria. Gracias al carril central, este tipo de accidentes ya no es tan común.

Las paradas corrientes se caracterizan por letreros donde se especifica la ruta. Ciertamente, no ayuda mucho al recién llegado –especialmente si no lee caracteres chinos, ya que muy pocas paradas están en inglés— porque hay que saber para dónde se va y en cuál parada bajarse. Pero es más fácil decirle a alguien: “Tomá el bus 208 en el McDonalds de Kuting y te bajás en la parada del Parque Xin Xin”, si se quiere ir al cine, por ejemplo. Claro que hay que tener cuidado: en la Universidad Normal (Shida) –donde también hubo/hay? muchos ticos-- están las paradas Shida 1 y Shida –así, pelado- por lo que uno tiene que especificar dónde se van a ver.

Hay varios buses –y esto sería fantástico en Costa Rica, especialmente en San José-- cuya ruta es solamente recorrer de “arriba para abajo” alguna de las avenidas principales. (Imagínese un bus de Sabana que pase cada 3 minutos). Por ejemplo, si quiero ir al Taipei 101, y estoy cerca de la estación central, puedo tomar el bus que recorre la avenida Xinyi. Así me ahorro tener que cambiar bus en la estación de metro City Hall. Si quiero ir al Mandarin Daily, un periódico en mandarín para niños donde también dan clases de chino, podría tomar el metro hasta la estación Kuting y caminar, o tomar el bus que recorre la avenida Roosevelt y me deja al frente (Jajajaj.. nosotros los vagos).

El otro día iba a visitar la fabrica de un compa de la U. La bendita fábrica está en la Zona Industrial de Wugu, en las afueras de Taipei –muy afuera. http://www.moeaidb.gov.tw/iphw/wuku/home/Main.jsp El mae muy sofis me dice que “coja taxi”, yo calculo la distancia y pienso mínimo 500 NTs, muy largo, tiene que ser carísimo. Calculo una hora y media para llegar, si uno toma el metro, luego un tren, y al final taxi para llegar. Me voy al sitio en Internet de buses, y veo que hay varios buses a Wugu: más de una hora en llegar de un punto a otro. Una amiga me dice que debo tomar el bus 502 en la estación de Mingchuan West Road, que va directo a la zona industrial. Voy con algo de desconfianza, especialmente al notar que los buses pasan cada media hora, que es sábado, y que sólo ese bus va a la zona. Pues bien, el bus llegó en punto a la media hora, y en 30 minutos me dejó al frente de la fábrica que iba a visitar. Resultado: tuve que esperar a la gente en una cafetería cercana, porque llegué con una hora de anticipación.

Los hospitales más grandes proveen servicio de busetas para la gente. Por ejemplo, en la estación de metro de Chientan se toma la buseta para el Hospital Shinkong. De la estacion de Tapinglin se toma la buseta para el Hospital Tzu Chi, en Xindian.
Algunos supermercados, como el Carrefour en la zona de Fushing North Road, tienen un bus grande, para trasladar las personas desde la estación de metro Chongshiao Fushing o del área de compras cercana al local. Este super usa busetas en cuatro o cinco estaciones más, y el mapa con las paradas lo ponen en su catálogo, que reparten gratis por las casas vecinas.
El Taipei 101 también tiene bus gratis, pero se llena demasiado, porque la gente lo toma para no tener que caminar entre los distintos centros comerciales del área de Xinyi –¿ven que no soy sólo yo?--. El Mall Miramar también tiene transporte desde la estación Chientan y desde la zona de Xinyi.

También hay buses exclusivos para parques; por ejemplo, desde la estación de metro de Dansuei se toma un bus al Fishermans Wharf o Puente de los Pescadores.

En Año Nuevo, ponen en servicio un bus entre la calle Dihua, el área de compras de alimentos tradicionales de esta época, y la Estación Central. Conste que caminando es como diez minutos, pero en temporada la fila es de 20 minutos o más. Lo mismo para el Festival de Botes Dragón o el de Los Faroles. Siempre habrá transporte disponible, rápido y eficiente. ¿Porqué? ¡Porque es parte de la conspiración para sacarle a uno la plata, por eso!
Son esas cosas...

Hay muchas cosas de mi país que me duelen en el alma. Una de ellas, tal vez por ser pariente/descendiente y exdocente, es la situación de la educación.

No se puede comparar el estado del sistema educativo en Taiwan con el de CR, pero si se pueden hacer observaciones. Ambos adolecen de problemas estructurales ajenos a los recursos económicos, porque la verdad, la plata no es el problema, si el enfoque está equivocado, si la cultura no ayuda, si no hay apoyo en casa ni en la sociedad.

Conste que hay muchas cosas que me fascinan del sistema educativo aquí. Ser educador es una profesión todavía muy respetada en la comunidad. Adoro las escuelas tan grandes, con equipo y mobiliario muy sencillo, en un espacio limitado pero bien utilizado. Hay suficientes escuelas por comunidad –de hecho, pronto empezarán a cerrar algunas ya que por el descenso en la tasa de la natalidad, ya no hay chiquitos-- y se refuerza –legalmente-- la obligatoriedad de asistir a la escuela por medio de los dirigentes de barrio. Los niños y muchachos pasan en la institución la mayor parte del día, tienen tareas todos los días –que los papás deben revisar y firmar-- y además asisten a la escuela suplementaria. Se les inculca un sentido de responsabilidad hacia su escuela: ayudan a limpiar, a repartir los almuerzos, a cargar los libros de los profesores o compañeros con discapacidad.

Sin embargo, las estructuras mentales son las más difíciles de cambiar. Acá por más que se ha luchado, poco se le ha restado a la mentalidad, en parte por una mala interpretación de la teoría confucionista, en parte por el legado de la época de la Ley Marcial (ver noticia del Taiwan News), y los profesores en su mayoría todavía predican el evangelio de “no mover el bote, no pensar, no cuestione la autoridad”. Esto es sumamente peligroso, especialmente a nivel económico. Mientras que el Ministerio de Educación hace planes para fomentar la creatividad, tadavia existen profesores que castigan –y hablo hasta de castigo físico, también prohibido hace años en los reglamentos-- a los que se atreven a hacer las tareas o los ejercicios de otra manera. Lo peor es que hay muchos padres de familia apoyan esta mentalidad, ya que fue la que les metieron a ellos mismos a punta de golpes y bastonazos.

El problema es que ya la economía no es la misma. Requiere vitalidad, expresión, creatividad. La economía de servicios y de valor agregado se basa en la iniciativa propia, en la agilidad, en no esperar que le tengan que decir las cosas. Se necesita anticipar los gustos del cliente; de ser posible, hasta de manipularlos y crearlos. Algunos jóvenes ya han despertado de este letargo, y han salido del cascarón convertidos en verdaderos dragoncitos innovadores. Se organizan y participan en movimientos comunitarios o estudiantiles. Destacan en sus trabajos y crean nuevas empresas o revitalizan las existentes. Pero muchos, y ésto es lo trágico, se pierden en medio del caos generacional. Son la llamada “generación fresa” –sin relación alguna con los fresas de CR en los 80s, sólo un poco en el consumismo--. Se les llama así porque “no aguantan nada”.

Duran si acaso dos o tres meses en los trabajos. Lloran por todo, y no saben enfrentar los problemas o conflictos personales o laborales. Pasan metidos en las tiendas por departamentos y no saben nada del mundo que los rodea, a pesar de ser la generación que más tiempo pasó sentada en las aulas –más de 12 horas al día, fines de semana y veranos incluidos. Dicen que no les interesa la política, pero sí son presa fácil de líderes religiosos o políticos inescrupulosos, que si les dicen que se tiren de un puente, van y lo hacen aunque sea del puente equivocado. La tasa de suicidios es alta, y lo peor del caso, evitable. Que una muchacha se colgó en la universidad como protesta por un conflicto legal de su amiga con el casero, que otro se le descompuso el equipo de laboratorio una semana antes de presentar la tesis, que al otro lo criticaron en Internet...

La vida es demasiado preciosa y frágil, pero a ciertos jovencitos les hace falta una base firme para poder cuidarla, y por ello, la menor brisa es como un vendaval. Triste, muy triste.

En Costa Rica, la situación va de mal en peor, en un caos que va más allá de una sola generación. El sistema educativo no es más que un reflejo del resto de los problemas. Veamos por ejemplo, este titular que me quito el apetito: http://www.diarioextra.com/2007/julio/19/nacionales11.php
Colegio Deportivo de Limón:
HAMPA OBLIGA A JÓVENES A ABANDONAR ESTUDIOS
Delincuentes armados han reducido a la impotencia no solo a los jóvenes, sino también al personal administrativo y a los profesores, para robarles sus pertenencias y amedrentarlos.
“Hay gente infiltrada en el Colegio que se dedica a vender droga entre los mismos estudiantes”, dijo el oficial.

Y ese mismo día: http://www.diarioextra.com/2007/julio/19/nacionales01.php

Mideplan y Unicef realizarán investigaciones:
COMPRAN CELULARES CON LA PLATA DE AVANCEMOS
Los estudiantes que reciben ¢50 mil mediante el programa Avancemos, que inició la administración Arias, gastan esos recursos en la compra de teléfonos celulares y en otros objetos de consumo, por lo cual no se cumple con las metas trazadas por el gobierno.

Lo uno y lo otro están relacionados. La inseguridad y el consumismo, la erosión de los valores, es un mismo paquete. Pagarle a los estudiantes para que sigan estudiando no es la solución, porque ellos carecen de la motivación para enfrentar los retos y seguir avanzando de veras. También carecen de modelos sociales adecuados. ¿A quién pueden emular? ¿Quién tiene la autoridad de decirles que no gasten la palta inconscientemente, que no le vendan droga a sus compañeros? Ellos ven a los dirigentes políticos utilizar la plata de bienestar social en mansiones y viajes. Ven a la gente que más tiene acaparando más. Ven que la sociedad valora la apariencia de dinero, sin importar de dónde salió o sus consecuencias. ¿Qué se les puede decir?

A mi me da no sé qué esa idea que tenemos en Latinoamérica de que si se es millonario ya no hay que trabajar. Yo he conocido –ejem, modestia y aparte-- a gente realmente millonaria. Lo bonito es que trabajan sin cesar, precisamente para poder mantener ese nivel de entrada de dinero. Generalmente tienen empresas, hay mucha gente que depende de ellos, por lo que su proceso de toma de decisiones no es nada sencillo. Lo que hacen, lo hacen con responsabilidad.

Creo que ser millonario se confunde con alguna fantasía de realeza medieval, porque que yo sepa, hasta los gamonales de las haciendas del siglo XIX tenían que levantarse a las cuatro de la mañana a volar pala.

En cambio, muchos jóvenes en Costa Rica van –si acaso van-- medio día al colegio, y después se plantan frente al televisor a ver tele. Dios guarde hacer tareas. Si se pone a estudiar, los compas se burlan de él y le ponen apodos. Si destaca en algún deporte o instrumento musical, es víctima de chota, sino de alguna jugarreta. Y lo mejor de todo, estas acciones son socialmente sancionadas.

El estudiante común verá cómo la gente que no estudia pero tiene conexiones pasa los exámenes sin estudiar, o paga por el título. Si tiene problemas con los profesores, ya sea acosamiento o simplemente majaderías, sino tiene “patas”, está frito y dejará los estudios, ya sea desmotivado o porque lo empujan. Son estos mismos profesores que también están nombrados por patas, no por capacidad. Los buenos educadores juegan limpio.

El ciclo de la pobreza se repite ante embarazos tempranos o estudios inconclusos (o ambos). Esto significa un atraso económico nacional, ya que la mano de obra disponible es no calificada, sirve para fábricas de ensamblaje sencillo –que no hay, porque el costo de la vida es bastante caro, y seguirá caro por el monopolio de los recursos de producción--, pero tiene aspiraciones de clase media, sin la preparación correspondiente. Tampoco está preparada para formar su propia empresa, ni existen los recursos/capacitación adecuados –están bastante limitados, al llegar la empresa cierto tamaño crítico, ya no puede crecer, no hay enlace con otras empresas, etc...

En Taiwan, sus homólogos probablemente tengan que ir a ayudar a los tatas en el negocio –la tienda, el restaurante o soda-- llevando platos o atendiendo gente. Tendrá que sentarse a la par de la caja o en la cocina a hacer las tareas donde el papa-la mamá lo vean haciéndolas, y si tiene tiempo de jugar será a distancia donde le puedan echar un ojito. Si los papás son empleados, irá probablemente a alguna escuela suplementaria. Y nada de caritas. Sabe que debe presentar buenos exámenes, o no irá al colegio/universidad. Pero tiene más opciones en cuanto a apoyo para montar su propia empresa, porque acá están enlazadas en clusters, o grupos, lo que facilita el acceso a capital y materiales a mejor precio.

En Costa Rica, los papás le pagan abogado al chiquito para que le resuelva los pleitos.

En Taiwan, al que pescan en la mentira, va para la cárcel: 20 meses de cárcel y dos millones de colones de multa por dar clases con título falso. Fraudulent professor sentenced, fined http://www.chinapost.com.tw/taiwan/2007/07/20/115540/Fraudulent-professor.htm


Hay muchas cosas que un Gobierno, la comunidad, y la familia pueden hacer para mejorar la educación, que no requieren mayor inversión sino una actitud vigilante, comprometida y una redefinición de valores. Sin ello, cualquier plata, cualquier esfuerzo, no es sino “polvo en el viento”.

viernes, 13 de julio de 2007

Seguimos con la buena vida.



Justo antes de que pasara lo que ya saben que paso, decidimos aprovechar que todavía no había empezado la temporada de tifones y darnos una vueltita por Hualien, en la costa este de Taiwan.




Recientemente habían anunciado con bombos y platillos la inauguración de un nuevo tren llamado: el Expreso Taroko. Este es un tipo de tren japonés, que se llama “oscilador” (tilting en inglés); o sea, que tiene unos compensadores estilo mi primer pick-up, que se le dan un vaivén al viaje como cuando te echás unas 9 o 10 birras y tenés que tocar tierra porque todo te da vueltas. En fin, que la cosa es que el aparato promete llevarte en 2 horas o menos a Hualien, un área turística muy popular, y por buenas razones.


Aparte del espectacular farallón de mármol en Taroko, es un lugar, como dicen en chino, “con buena agua y buenas montañas”. Las playas son bellas, y es uno de los mejores lugares en cuanto a organización para turistas.









Nos levantamos temprano un jueves –como todo en Taiwan, es mejor ir entre semana, porque el molote de gente en feriados, es pues, de locos. Sin embargo, a pesar de madrugar, ya todos los puestos estaban vendidos en el Expreso Taroko, el cual tuvimos que ver partir desde el andén.








Hay otras opciones: 1. Tzu-Chiang, el más rápido, con ruta por Yilan o las montañas ‘no se ve la costa ni el mar. 2. Chu-Kuang: tipo turístico, con asientos más amplios, y generalmente toma la ruta panorámica por la costa. Para mas informes:



Nosotros tomamos el tren lento turístico, y si bien dormimos parte del viaje, aún así disfrutamos de la vista: montañas a la derecha, mar y playa a la izquierda.

Tomamos el taxi al hotel. Sépanlo, habíamos reservado ya con antelación hotel con tour incluido, pero se puede también comprar paquete de hotel con tiquete de tren, o separar las opciones de alojamiento y transporte. A muchos extranjeros les gusta alquilar motos en Hualien y recorrer la ciudad ellos mismos. Nosotros somos vagos: estamos de vacaciones, y además, hace calor, queremos aire acondicionado. El hotel incluye desayuno, y muchos tours incluyen almuerzo.



Por unos mil NTs se puede contratar a un taxista o a un chofer particular en Hualien --especialmente cerca de la estación de tren-- que te lleva donde le digas. Los tours de los hoteles cuestan mas o menos lo mismo, pero ya van por una ruta definida. Preferimos esta opción en vez de conducir nosotros mismos porque manejar dentro del Parque Taroko es como los que manejan los ferrys en el Canal de Panamá. Hay que entender el lugar, saberle los recovecos, escucharlo y atender cuando hay peligro de derrumbe o caída de agua. No queremos terminar nuestros días como cucaracha en bisagra debajo de una plancha de mármol. Aparte de ello, tiene muchas zonas restringuidas, para seguridad de los viajeros.

Además, el lugar es tan hermoso, que no vale distraerse manejando, cuidando la carretera, sino más bien hay que llenarse los ojos de verde. Las rocas colosales, los ríos y laguitos, los templos y esculturas, los senderos, las estelas de piedra...Taroko es un lugar realmente especial.










Pero Hualien no es sólo Taroko. Sinceramente, la cuidad tiene sus atractivos. Es una ciudad práctica, compacta, fácil de recorrer. Hay mucho movimiento comercial, y el servicio en general es excelente. Del hotel a la fonda de la esquina, muy atentos y simpáticos. No tengo quejas.

La ciudad entera está llena de esculturas de mármol. Es un verdadero hallazgo para los que nos gusta el arte urbano.

Cerca del lago donde vive la tribu ami hay un montón de tiendas de joyería en piedras rosa, jade, cristales, etc. También hay paseos en bote, buenos cafés, y una barbacoa estilo aborigen de chuparse los dedos. Gastamos plata y quedamos satisfechos. ¿Qué más se puede pedir?









También visitamos la primera sede de la Caridad Budista Tzu Chi y el hospital original, antes de que inauguraran el hospital grande en Hualien que tienen junto a la universidad. Después de ver el lugar y recorrer las clases, se puede recomendar esta opción para aprender mandarín en Taiwan. La universidad está bien organizada y lo importante es que tienen mucha voluntad de ayudar.




Aparte de eso, participamos en la celebración del cumpleaños de Buda. Nos regalaron unos pancitos en forma de loto.

Antes de regresar, visitamos el Museo de la Pesca, en la Playa Siete Estrellas. No solamente fue muy interesante, sino también pudimos comprar algo diferente para compartir con los amigos y compañeros de trabajo: pescado seco, hojuelas con algas, pasta para miso, y otros bocadillos hechos de pescado. Muy ingenioso eso de poner la tienda a la par del museo.

Las piedras de la Playa Siete Estrellas son muy especiales porque muchos artistas las usan para sus obras. La mayoría son pedacitos de mármol, redondeados por el efecto de las olas. Recogimos algunas para cuando nos de un “art attack”.

El regreso nos fue bien, porque hay un tren Tze Chiang que hace el recorrido en poco mas de dos horas –más que el Taroko y con menos movimiento, pero mucho menos que el Chu-Kuang. Esta es una buena opción de noche. De hecho, algunas personas hacen este paseo que nosotros hicimos de fin de semana en un sólo día.
Los dejo con una imagen del recuerdo:

Nota:
Estas banderas se encontraban a la entrada del centro de informacion para visitantes del Parque Taroko.