viernes, 6 de febrero de 2009

Cow Parade en Taipei


Cuando escuché que íbamos a tener Cow Parade en Taipei me alegré mucho, ya que había visto la explosión de creatividad artística de las obras y la forma entusiasta en que la gente se volcó a las calles de San José por las vacas.

La exhibición en Taipei es muy especial porque Taipei fue seleccionada como la 65ava ciudad anfitriona del Cow Parade cuando la actividad cumple su décimo aniversario este año, y coincide a la vez con las celebraciones del Año del Buey. Por ello, la Municipalidad de Taipei puso las obras junto al tradicional despliegue del Festival de los Faroles y le ha dado mucha publicidad al evento.

Las vacas fueron presentadas primero en las instalaciones de la antigua cervecería en Taipei, ahora convertida en museo. Allí se mostraron casi 100 de las 107 que participan en el evento. Tras permanecer allí un tiempo, encerradas en el corral, fueron distribuidas este mes por toda la ciudad. Esta vaca estaba a la entrada de la exhibición, y representa la empresa estatal de Internet, Hinet.

En este sitio
http://www.cowparade-taipei.com/cowparade/main.do se puede ver un mapa de la ciudad de Taipei, indicando la ubicación de cada una de ellas. Esto es algo diferente a lo que se hizo en San José, ya que acá la ciudad es más grande, y las vacas no se pusieron en una sola avenida.

Sinceramente, me gustaron más las de Costa Rica. Las sentí más atrevidas artísticamente. Acá, hasta en eso son conservadores. A una que quiso ser más chocante, la pusieron encerrada con advertencia a la entrada. Tengo que ver a dónde fue a parar en la calle.

Esta vaca representa un plato típico de aquí, los fideos en sopa con carne:

Además, muchas de ellas (demasiadas, a mi parecer) sirven sólo como publicidad para sus patrocinadores. Demasiado comercial, y una cosa es publicidad (vean el ejemplo del osito Paddington para el 7-11) y otra cosa es dejarse decir algo (verdadera intención de la actividad). Vean esta vaca de MOD:

O esta vaca cowboy para promocionar celulares:

No le veo mucha diferencia con esta publicidad:

Y en cuanto a creatividad, no se ven muy "atrevidos", sino vean esta vaca con platillos chinos:

No me quejo de los motivos chinos, sería como criticar las lapas y ranitas y demás en el arte costarricense. Vean estas vacas, con motivos chinos, como peces dorados y papel recortado, o la medicina tradicional:

Las gavetas son para guardar hojas, tallos, hongos, etc.

Menos rebuscados son los motivos actualizados, como por ejemplo, la Vaca-venado, recordando la empresa San Lu (Tres Venados), responsable por el envenamiento masivo de leche con melanina:
Hubo una sala dedicada a las vacas con motivos taiwaneses, como por ejemplo, una vaca dedicada a las marcas tradicionales taiwanesas (la de bebidas Hey Song, la de artículos electrónicos Tatung), otra a las comidas de los mercados nocturnos (hecha por un extranjero), o la bebida nacional: el té con leche y bolitas de tapioca (bubble tea, pearl tea):

A mi me gustaron las vacas de alta tecnología: vacas que al tocarse, emiten diversos sonidos, vacas conectadas al Internet, vacas pintadas con diodos de luz, etc. Esta vaca hecha a base de teclados me gustó mucho:

Esta vaca al estilo de la porcelana blanca con azul es muy apreciada:
Y la vaca para fomentar el vegetarianismo:
En fin, un verdadero desfile de vacas:

lunes, 2 de febrero de 2009

Recuento de fin de año


En fin, que con tanta cosa que ha pasado, no he tendido tiempo ni oportunidad para contarles cómo estuvieron las celebraciones de fin de año por acá.

Este año por lo menos gocé mucho con las decoraciones de Navidad de la iglesia católica de mi barrio. Como nota original, decidieron hacer las imágenes con materiales reciclables. Lo bonito del asunto es que les tomó hasta el 26 de diciembre completarlos... al Niño casi lo ponen el 31. En fin, se les toma en cuenta la creatividad –vean qué bonitos les quedaron los reyes magos, ojo a la cartera que lleva el pastor.

Aparte de eso, como lo he dicho anteriormente, no hay muchas celebraciones de Navidad. Unos cuantos adornos en las tiendas y pare de contar. El 24, fui a una cena con unos amigos, me bajé media una botella de vino, y quedé viendo estrellitas... Este es uno de los anuncios de Feliz Navidad en los buses:

Hablando de estrellitas, el 31 fue bastante tranquilo. Ya uno no sabe ni que inventar, ni para donde agarrar, aunque por lo menos, no estamos como un chavalo extranjero que en el restaurante donde comimos la cena de Año Viejo estaba haciendo su tarea de mandarín. Ya eso sí es el colmo. Este es un arbolito de Navidad por el barrio:

Como siempre, los fuegos artificiales en el Taipei 101 estuvieron bonitos pero demasiado fugaces. Me contaron que los del Centro Comercial Miramar –donde tienen segunda rueda de Chicago más grande en el mundo- y sobretodo los del Living Mall –conocida popularmente entre los extranjeros como Death Star, porque parece sacada de la Guerra de las Galaxias- estuvieron mejor, y por más tiempo. Estas tomas son desde la Universidad Nacional de Taiwan, viendo el Taipei 101 por la Calle Keelung:

Este año, el Año Nuevo lunar quedó demasiado cerca en el calendario del Año Nuevo occidental. O sea, en el trabajo tuvimos que correr para terminar todas las varas a tiempo. Fue algo estresante, pero al final, pudimos irnos de vacas sin cargos en la conciencia.

No quise hacer lo de todos los años, de preparame para las festividades como quien va para la guerra. La verdad, antes acá se respetaba esta fecha como si fuera Semana Santa –todo se cerraba– y la verdad, los tiempos han cambiado. Esta celebración comparte el significado religioso de la Pascua y la Navidad de los occidentales, con procesiones, ceremonias, ritos como de Cuaresma, dietas y platillos especiales, ofrendas, etc... combinados con regalos, decoraciones, cenas familiares, tomatingas, intercambios de comidas, etc. La visita a la Calle Dihua es de rigor, pero esta vez me dio tarde, fuimos el 24 de enero:

Así que me conformé con cocinar una gran olla de arroz, frijoles arreglados, picadillo de chayote, ensalada de papa, espárragos y verduras para ensalada, y sentarme a ver la tele y películas. Dormir, despertarse, comer, ver tele, volverse a dormir. Legítimo estilo taiwanés de feriado. En Año Nuevo, siempre hace frío, y no hay nada mejor que envolverse en una cobija y quedarse en camita. La ciudad se quedó vacía, callada y tranquila por una semana. A comer golosinas y snacks:


Ahí les contaré de las visitas a los museos y paseos alrededor de Taipei. ¡Feliz Año del Buey!