viernes, 21 de marzo de 2008

Por Tíbet

"There is a time when the operation of the machine becomes so odious, makes you so sick at heart, that you can't take part; you can't even passively take part, and you've got to put your bodies upon the gears and upon the wheels, upon the levers, upon all the apparatus, and you've got to make it stop." Mario Savio

“Llega un momento en que el funcionamiento de la maquinaria se vuelve tan detestable, tan repugnante, que no se puede participar, no puede tomar parte ni siquiera en forma pasiva, y debe interponer su propio cuerpo entre los engranajes y sobre las ruedas, sobre las palancas, sobre todo el aparato, y tiene que lograr que se detenga”. Mario Savio
Preguntas interesantes en un periódico local.

Si una nación no puede coexistir pacíficamente con el Dalai Lama, entonces, ¿con quién va a hacerlo?

Primero Myanmar (Cambodia) y ahora China (PRC). Es mucha coincidencia que los monjes budistas en ambas naciones encabecen las protestas en contra de la represión. No debe sorprender que cuando todas las instancias de protesta pacífica se han agotado, la gente acude a las iglesias o monasterios por guía.

El día antes....

Al salir a comer, resulta que el restaurante donde me sirven mi “casado” tiene el televisor puesto. Los candidatos y sus seguidores siguen tirándole al contrario. Lo peor que se ha dicho de ellos es que uno tiene residencia en un país occidental y que el otro hace viajes astrales – sin ser mafufo. O sea...

Lo que me arranca un ataque de risa, y por ende termino con granos de arroz en las fosas nasales, es una imagen del aeropuerto. ¿Saben cuántas personas van a regresar al país para las votaciones? Pues unos 250 mil. Lo bonito es que cada bando, los “azules” y los “verdes” han mandado sendos grupos de recepción que gritan como equipos de porristas cada vez que sale la gente de aduanas. Los turistas se quedan anonadados y vuelven a ver para atrás a ver si viene Ricky Martin en el mismo vuelo.

Mientras tanto, en las oficinas, no se oye ni un suspiro. La gente está que retiene la respiración. A estas alturas, no hay quien lleve la delantera por varios cuerpos, sino que el que gane lo hará por una nariz. Unos ya se han vuelto locos de la tensión, pero la mayoría simplemente aguarda y se prepara para la travesía de regresar a su lugar de votación.
Gane quien gane, la economía será la prioridad. Lo mismo será colaborar con los contrarios. Solamente así se puede dar mayor impulso al desarrollo del país. Los dejo con algunas imágenes relacionadas.

Pancarta de los candidatos del Kuomintang, Ma Ying-jeou y Vicent Siew, en una de las avenidas principales

Grupo de partidarios del KMT insta a los votantes a no quedarse en casa el sábado.
Pancarta de los candidatos del Partido Democrático Progresista, Frank Hsieh y Su Tseng-chang en la sede de campaña.
Partidarios del DPP miran las noticias sobre las elecciones por televisión mientras esperan la llegada de importantes funcionarios de su partido.
Y un loco...