miércoles, 12 de noviembre de 2008

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Noticiómetro taike

Informando desde Taiwan, lo bueno, lo malo y lo feo, con un toque de humor.


Mi sueño dorado es regresar a Costa Rica como corresponsal del Apple Daily o al menos conseguir trabajo en La Extra.

Bienvenidos. Sus opiniones y preguntas son muy valiosas.
Crónica de un molote anunciado

La visita de Chen Yunlin, representante de la agencia no gubernamental encargada por el Otro Lado para tratar los asuntos relacionados con Taiwan sin involucrar a los habitantes de la isla ni a su Gobierno, fue un éxito en cuanto a organización y alcance de los objetivos establecidos para la misma. No obstante, en cuanto a la opinión pública, dejó un sinsabor los extremos a los que el gobierno de la ROC llegó por “no molestar” al visitante.

Desde el primer día empezaron los incidentes. Se removieron las banderas colocadas anteriormente con motivo del Doble Diez -Conmemoración de la Revuelta que Derrocó a la Dinastía Ching. Se empapelaron las estatuas de próceres. La presencia policíaca en el aeropuerto fue abrumadora, así como a lo largo de la carretera y en el hotel donde se realizaría el coloquio.

Los ciudadanos taiwaneses, acostumbrados a ciertas libertades para estar a favor de estar en contra, no lo tomaron muy bien, y comenzó la escalada. Miles acababan de desfilar el 25 de octubre sin incidentes. Una cosa es orden, y otra represión... y por apariencias. La reacción de inconformidad fue aumentando entre más trataron de ponerle un tapón encima al descontento.

En Internet, algún gracioso ofreció 300 USD al que se pegara a Chen Yunlin con un huevo podrido –insulto en chino- en la jupa, 200 si al cuerpo. Eso puso nerviosos a los cuerpos de seguridad y empezaron a socar más tuercas. Esto encendió la mecha.

Primero fueron motociclistas con banderas de Tíbet, a quienes les fueron arrebatadas. Luego parlamentarios de oposición develaron pancartas con el lema ¨”Taiwan es un país independiente”.. y fueron echados a empujones. Los Falun Gong hacían silenciosa protesta en grupos de meditación en los parques cercanos y donde pasaba la caravana de Chen Yunlin y compañía.

Hasta acá, todo iba normal y como se esperaba. El segundo día, unos cien manifestantes protestaban frente al hotel donde se reunieron ciertos miembros del partido gobernante, empresarios, y la comitiva china. Cerca del hotel hay una tienda que vende música tradicional taiwanesa, al igual que música clásica. No es precisamente el más revoltoso e innovador de los lugares. Pues alguien entró y compró un disco, y pidió a la dueña de la tienda que tocara una canción que habla de la belleza de la isla. Los manifestantes afuera corearon la acción.. por lo que la policía vino a “poner orden”. Quitaron el disco, veinte entraron y arrestaron a la roquilla dueña del establecimiento, bajaron la cortina y cerraron la tienda. Los manifestantes reaccionaron ... con lo que empezó el primer gran agarronazo. Hasta aquí, llevamos golpeados y heridos a empujones.

Al día siguiente, ya eran mucho más los que participaban en la protesta... e iban preparados. Varios policías debieron ser hospitalizados. Esta vez, el invitado de honor quedó encerrado en la fiesta por ocho horas, ya que no lo dejaba salir la multitud.

El cuarto día, el partido de oposición organizó una protesta en las cercanías donde el presidente Ma se reunió con Chen Yunlin. La proporción de policías a manifestantes era 4 a uno. Un policía sigue hospitalizado por presión alta. Varios manifestantes tiraron las barricadas y se dieron a empujones con antimotines. Tiraron piedras, botellas, se dieron a golpes... Un manifestante quedó ensartado como chuzo en una reja. Decenas de detenidos.

Por la noche, cerca del hotel donde estaba Chen Yunlin quedaban algunos manifestantes. Pues a medianoche sacaron las mangueras con agua.

Para muchos, esto fue como la resurrección del monstruo de la Ley Marcial. El espectro de la represión volvió a sacar la fea cara, decían los noticiarios. ¿Somos todavía acaso un país democrático?, era la pregunta del día.

Ya Chen Yunlin se ha ido... y siguen las acusaciones mutuas. ¿De quién fue la culpa de que las cosas se salieran de madre? Tomando en consideración que en China las protestas son pan diario y cosa seria, no debe sorprender que se tomaran extremas medidas de seguridad. Pero Taiwan no es China, y siempre se ha dado espacio para que la gente dé a conocer sus opiniones, a sea a las buenas. De ahí a tomatazos o huevazos es otra cosa. Y mucho menos piedras, palos, y hasta cócteles Molotov.
Ahora, muchos taiwaneses cuestionan la vía pacífica, dado que Tíbet si bien tiene alta estima internacional, este sistema no le ha permitido ganar terreno ante China, y por el contrario, su pueblo disminuye cada vez más . Pero los taiwaneses prefieren ejercer su libertad en paz, sin molotes. Entonces, ¿cómo poder manifestar su descontento ante negociaciones que los dejan por fuera, y pasan por encima al orden legal de la nación, por evitar hablar de temas delicados como soberanía? ¿Deberá sacrificarse la patria por el pragmatismo, que se siente como una rendición paulatina, o hay alguna forma de llevarnos bien sin lamentarlo después?

Queda por ver que pasará en los próximos días, cuál será la reacción del Gobierno y la ciudadanía ante las continuas protestas estudiantiles en todo el país. El Movimiento de las Fresas Silvestres -como se han autonombrado- está haciendo un llamado a la asignación de responsabilidades, y sobre todo, a la eliminación de los vestigios legales de La Ley Marcial, como la Ley de Reuniones: debe pedirse permiso para reuniones públicas de tres o más personas (que no pudo ser eliminada en la Administración anterior por no tener mayoría en el Congreso, entre otras cosas).
ACTUALIZACION: