jueves, 21 de febrero de 2008


Feria del Libro en Taipei

La ciudad de Taipei cuenta con varios centros de exposiciones y convenciones. Todos los fines de semana, en algún centro comercial, plaza o parque, hay algún tipo de actividad comercial, meramente para presentar o adquirir nuevos productos.

Las más grandes e importantes se realizan en lo que se ha llamado el Centro del Comercio Mundial de Taipei, que en realidad lo constituyen tres edificios a la sombra del Taipei 101.

Por razones de trabajo, me toca ir a muchas de las exposiciones. Puede ser bastante concurrido, por no decir molote, pero siempre son interesantes. Una de las que más me gusta es la Feria del Libro, que es una de las primeras del año.
La exhibición de dividió así: un edificio para los libros en general, otro para los de niños –de los cuales la mayoría son libros de texto para aprender inglés o mandarín, pobres-, y otro sólo para mangas y revistas de tiras cómicas.
En la primera pululan los libros educativos, seguidos por los de viajes. Si bien la mayoría son en chino, seguidos por japonés e inglés, a veces traen editoriales españolas –aunque el énfasis sigue en libros para aprendizaje, o El Lazarillo de Tormes. En fin, que hace gracia ver los materiales de países exóticos como Ir­án –excelentes libros de texto para aprender inglés, by the way, de producción local-- o Australia –invitaron al autor de El Ladrón de Libros y al chavalo de Lonely Planet-.
Francia y Alemania también ocuparon gran parte de los pabellones.
De los que compré, me ha hecho mucha gracia un libro en francés y chino llamado MADE IN TAIWAN, por Golo. Narra las experiencias de un chavalo francés al llegar acá. Con ese ojo de dibujante mordaz, retrata los detalles más cómicos, conmovedores y confusos de esta isla que somos.

Por ejemplo: muestra a una pareja de amigos que llevan un pocotón de años acá. El la invita a tomar un café. La mujer le pregunta en el elevador:¿No te parece raro ir a un café en el doceavo piso? El muy serio le responde: Mon cherie, acá nada me sorprende. ¡Todo es posible!

Hablando de tiras cómicas, esta fue la parte más concurrida de la muestra, más que todo, por jovencitos jalando a sus padres, y adultos haciendo negocio -revenden las mercancías en Internet por lo menos al doble.

Las casas editoriales de revistas construyen sus propios cubículos/tiendas dentro del recinto, y los clientes hacen fila para entrar y comprar revistas, camisetas, DVD’s, almohadones, lápices, lo que sea, estampado con su héroe. Claro, hay cada cosa (ciertas zonas son reservadas para mayores de 18 años).
Para gustos, los colores...
Las filas son de espanto... Aquí el puesto de Keroro y Doraemon.

A los que les gusta Naruto.
Y el Death Note que está de moda -llevan tres películas ya.


Más Death Note. Personajes principales –para tomarse fotos con ellos.
Claro, prefiero eso a ésto:

¡Esto sí está de horror!