sábado, 13 de diciembre de 2008

PUM! – en honor a la nueva ley de tránsito

Si quieren saber por qué no manejo motocicleta/scooter/patineta con motor en Taiwan, vean ésto. Y eso sobrios...

Hablando de papayas, ya la ley tiene el primer herido en mi familia. Uno de mis amados tíos, decidió tomar en serio la celebración etílica, perdón, navideña, pero se portó responsablemente, ante el peligro de un accidente y/o grave multa por manejar “alegre’, y a la salida de un convivio social de un centro de discusión de los problemas nacionales –entiéndase tomatinga en un bar– designó un conductor sobrio para que lo llevara en su propio carro hasta su casa.

El trayecto transcurrió sin mayores contratiempos… hasta que llegaron al lugar de los hechos. Afortunadamente, la tía y la hija estaban de visita donde la suegra, y la llegada no generó mayor trifulca ni ruido. Mi tío le regaló “alguito” al amigo que tan valerosamente lo había transportado, se despidieron fraternalmente entre propósitos para repetir la heroica hazaña y mi tío se dispuso a descender del carruaje para descansar sus adoloridos y trabajados huesos.

Aquí fue donde actuaron los gremlins: no se sabe cómo o quién, pero el freno de mano quedó algo flojo, y cedió, con el consiguiente resbalón paulatino del pesado Wrangler de la Segunda Guerra Mundial, que poco a poco agarró velocidad… Mi tío corrió, se resbaló, se raspó…fue inútil: el carromato se llevó en banda una pared –afortunadamente, la suya propia, sin daños a terceros.

Así que ahora mi tío pasará el resto de diciembre vendado –nada grave, gracias a Dios- como lora habladora, el carro en el taller, y los fondos agotados por la reparación del muro. O sea…

15 minutos de llamada telefónica de Taiwan a CR (no por Skype): 300 nts -10USD
Reírse a costilla de los demás: no tiene precio