jueves, 30 de septiembre de 2010

Los tombos en Taiwan son buena nota

Entre mis sueños fallidos, el más reciente es el de ser policía. Como les había contado antes, nuestra oficina está cerca del comando central de policía en Taipei, que tiene muy buena comida. Aspiraba a unirme a sus filas al tener la nacionalidad taiwanesa; lamentablemente, tamos demasiado roquemis para eso.
Las fuerzas policíacas cumplen la labor de tránsito y orden público, y si bien tienen sus cosillas, las pocas veces que he tenido que solicitar sus servicios me han atendido prontamente y con paciencia. No se les puede pedir mucho ya que gracias a Dios, no deben enfrentar el ganado bravo con el que pelean a mano limpia los policías en Costa Rica.
Recuerdo la primera vez que entré en una estación de policía acá en Taipei, por cierto, cerca de la estación central de buses y metro, que es el equivalente a la estación de la Coca Cola. A una compañera de clase le sacaron la billetera con plata y documentos en una tienda de departamentos cercana y la acompañé a presentar la denuncia. Pues bien, para no hacerles mucho cuento, el lugar estaba silencioso como biblioteca pública, y vacío, nos sentaron en una sala, nos sirvieron té, y nos repetían: ay, lo sentimos mucho, que susto verdad?, no tengan mala impresión, Taipei es muy seguro, ya mismo les traemos alguien que habla mejor inglés, sentimos que nuestro inglés no sea tan bueno... en fin, no hallaban donde ponernos. Yo sentí como si fuera el único cliente en una tienda donde casi no va nadie... Igualito a Estachos, donde las comisarías son un pandemonio de teléfonos, gritos y blasfemias, o algunos pobres tombos de nosotros, que no hay pocos que sólo atinen a decir babosadas como “eso es pa´que aprenda” cuando le pasa a uno una calamidad como un carterazo o similar. En fin, que no se puede ni debe comparar pero si queda uno con la duda de que cómo es eso.
Es más, si usted le pregunta a un extranjero, la mayoría tiene la idea de que los policías son vagos, y se la pasan tomando té en la estación. Cuentan con un excelente sistema de seguridad con cámaras CCTV por toda la isla, buenas patrullas -Mitsubishi y Ford- , buenos equipos ya sea radio, luces, uniformes para verano e invierno, –hasta zapatos de marca La New, especialmente diseñados. No obstante, no es un trabajo sencillo, crímenes serios han en todas partes, mafias y tráfico que controlar, aunque los delitos pequeños sean pocos, van en aumento por la crisis y por ello es mejor estar con las pilas puestas.
Lo más importante es cómo se integra la fuerza policial a la comunidad. Ellos hacen rondas por los vecindarios, ya sea en patrulla o "super scooter" (como las Vespas, pero más pequeñas, en lugares turísticos hay policletos pero pocos y un parque con los de la montada)y vigilan en particular lo relativo a tránsito (jalando carros mal parqueados, poniendo multas por falta de cascos o mucha gente en un carro, o arrestando a los choferes tomados que agarran en retenes) pero también son conocidos por sus aportes más allá de la letra del deber. Vean por ejemplo este caso:
Policías en Taiwan arrestaron a un hombre por robar una
bicicleta, pero al descubrir que lo había hecho para que su hija pudiera ir a la
escuela, decidieron hacer una colecta y regarle una bicicleta
nueva.

El hombre le había dicho a su hija que la bicicleta era de segunda mano,
pero el dueño la reconoció y padre e hija terminaron en la estación de
policía. El hombre, que padece epilepsia, no puede trabajar, y estaba internado en un hospital, explicó que su hija debía caminar varios kilómetros para llegar a la escuela
y como no tenía dinero para comprar una bicicleta, robó una.


Los policías, al ver que padre e hija vivían en un tugurio sin agua ni
electricidad, tuvieron compasión y aportaron una bicicleta nueva de su propio
bolsillo.

No obstante, los cargos por robo no pueden ser borrados y ambos tendrán que
enfrentar la corte.
Noticia original aquí y aquí.
Otra nota interesante:
Un grupo de policías decidió donar la comida que no era consumida en sus comedores para los indigentes, con lo que se redujeron los delitos pequeños como hurtos y robos.
http://www.taiwantoday.tw/ct.asp?xItem=114637&CtNode=416

domingo, 19 de septiembre de 2010

No hablemos de tifones, sino de supermercados

Bueno, estamos de tifón. Fanapi. Es el primero que nos pega de lleno y en serio desde que pasó lo que pasó cuando pasó Morakot. Así que se pueden imaginar que la gente estaba muy nerviosa. Los refugiados de Morakot hicieron las del león Melquiades -huyamos por la derecha, ¿se acuerdan?- y pusieron pies en polvoroza. Bueno, en los refugios para ser exactos.

Una genial reportera ve una señora aborigen haciendo tamales y le pregunta que por qué prepara eso para llevarlo al refugio. Bueno, para comerlo allá, le responde sencillamente la humilde doñita. Ni modo que se la va a pasar otra vez una semana a fideos instantáneos.

Por el momento, hay 4 muertos –un carro y una muchacha en moto que perdieron el control por el viento. Un herido serio ‘iba en moto y se estrelló, pero tuvo que esperar 20 minutos para ser asistido porque la ambulancia no podía manejar en ese ventolero. En fin, nada catastrófico… por el momento.

El bicho se encuentra ahora sobre el sur de la isla. Así que cambiemos de tema. Cuando llegan los tifones, la gente se tira en masa a los supermercados, a comprar provisiones como si fuera Semana Santa –de las de antes. Mi supermercado favorito es el equivalente a Palí. Cuando llegué, se me pareció mucho: las cosas se vendían en las cajas de embalaje, no en góndolas. Ahora ya está más sofís, pero siempre tiene una característica especial: no se aceptan tarjetas de crédito, sólo cash. Eso es una costumbre de cuando era un mercado para los militares y sus familias, y compraban con cupones.

No hace mucha publicidad, ni tiene letreros grandes ni otras vainas llamativas, pero vende bueno y barato. El Carrefour, de la cadena francesa de supermercados, que diría yo que es un Mas por Menos tirando a veces a Automercado, más parece un mercado persa bajo techo, demasiado tiliche y un desorden insoportable. El RT-Mart -digamos que es Periféricos- es más apretado y menos lujoso. Queda el Costco –Pricesmart y familia- que no es para todos los días ni para todo. Así que me quedo con el PX Mart o Chuen Lien Fuli Zhongxin –Centro de Cooperativas Unidas o algo así por el estilo.

Tiene como vocero un chavalo que se gana el premio por dar las líneas más ridículas más serio que un cinco de queso. Mi anuncio favorito es éste porque presenta escenas muy de Taiwan –el perro callejero cruzando la calle, los muelles, los desfiles de templo, los mercados tradicionales:
El segundo trata sobre lo difícil que es hallar este supermercado, ya que no tiene letreros grandes ni ocupa mucho espacio –sabe dónde está? No sé, por acá no hay, en la otra cuadra… y al final el chavalo se mete en el super y pregunta que dónde está el PX Mart… o sea…:
El tercero es para cambiarle el nombre de centro de cooperativas a centro de emergencia en caso de tifón:
Y el final en cuanto a lo que debe hacer si hay tifón: poner bolsas de arena en la puerta, ponerle tape a las ventanas, e ir al super… Oh, oh.