viernes, 28 de agosto de 2009

Se jodió la cosa: Morakot + porcina+ política





¿Atacando por la retaguardia? Eso no es espíritu deportivo. (Inundaciones por un lado, H1N1 del otro).

Entro como se dice, cuando estábamos en nuestro peor momento, y atacando precisamente los militares, que eran los que estaban ayudando más. Ahora ya llegó a los campos de refugio para los damnificados de Morakot.
Lo interesante es que empezó poquito a poquito, los casos los pescaban en el aeropuerto, principalmente la gente que viajaba. En eso, al comenzar las vacaciones de verano en Estados Unidos, regresaron lo miles de estudiantes universitarios taiwaneses que están allá... y se esparció un poco la vara. El primer contagio masivo se dio en un retiro espiritual, más de 80 jóvenes contagiados.

Ya no se había oído hablar mucho del asunto, hasta la prensa empezó a hacer preguntas incómodas a los funcionarios gubernamentales, sobre las medidas de prevención de epidemias en las áreas de desastre por Morakot. Estamos hablando de que las aguas no han cedido en muchas localidades, que siguen hasta hoy inundadas. Imagínese cómo está esa agua estancada. Además de que obviamente, hay miles sin agua potable.

En esa agua flotan millones de cadáveres de cerdos, patos, pollos, animales domésticos de toda especie... y gente. Gente enterrada entre el lodo y las piedras, pedazos de gente hallados contra los puentes...Horroroso.

Eso sin mencionar el hacinamiento en escuelas, templos, campos militares, y simples tiendas de campaña, de la gente que huyó descalza entre piedras y lodo y palos. Ya se han dado por lo menos dos muertos por infecciones bacteriales, y recientemente un brote de leptospirosis. Pero me estoy adelantando al cuento.

Los militares no habían querido decirlo, pero si bien antes habían tendido casos esporádicos en las barracas, ahora había grupos de soldados de los que estaban limpiando en las zonas afectadas. Esto complica el asunto de las cuarentenas o aislamiento de casos para evitar propagación masiva, y pone un tono aún más urgente a las labores de reubicación de pueblos enteros.

Por el momento, el ministro de Salud ha llamado a la calma, y explicó que las predicciones de “expertos” diciendo que tendríamos de cinco a diez mil muertos, con un 0,1 por ciento de fatalidades, se basa en que se enfermen 30 mil gentes por 200 semanas... O sea.