martes, 18 de noviembre de 2008

La Gran China

Yo amo a mi país natal, pero me saca de quicio la actitud derrotista de “somos pequeños, necesitamos ayuda”, y va a poner la mano .... Creo que esto quedo de mala costumbre de la época de las Guerras Centroamericanas, en que se envició la clase política con las “ayudas” para no caer en el Comunismo. Era más fácil pedir que producir. De todos modos, según la consigna de la época, éramos las víctimas de los poderosos, que no pagaban lo que valían en realidad nuestros productos y monopolizaban el mercado. Por eso, la oligarquía local también monopolizaba bienes y servicios; total, así lo hacían otros con el país entero, ¿no?

Al ver cosas como el papelón que hicimos con lo de la guerra de Irak, o las sonrisas hipócritas que le ponen a Hu, me pregunto antes de tragarme esos cuentos del desarrollo y ampliación de mercados y demás paja, mas bien, ¿que pretende un país tan chiquito haciéndose mosquita muerta de inocente victima de los malos ricos países poderosos, damisela en apuros para ser rescatada, ingenuo engatusado que engatusa pretendiendo no saber que las ayudas desinteresadas tienen un costo?

O sea, lo que digo, es que esto es una tragicomedia, y nosotros somos espectadores de un baile coreografiado. El problema, compas, es que el ritmo que tiene uno de los participantes es la mente es muy diferente del que tiene su pareja. Cada cual trajo su propio disco. Uno está en soca y el otro en tango.

Si Osquitrar o cualquiera de los políticos de turno piensa que le va a sacar hasta el aguinaldo a los chinos y después dar vuelta en rosca, tan equivocados. Acá ya no hay marcha atrás, y si se comprometen es hasta el final. Lo otro es que los chinos no se van a conformar con un teatrillo ahí no más. Ellos esperan mucho de sus nuevos aliados.

Lo otro es que no es una relación reciproca entre iguales. Los chinos saben con quien están tratando y no darán mas que atolillo ya que entienden bien que lo políticos los usan para bien propio y que por dentro siguen albergando todos esos prejuicios estúpidos que tanto los molestan. Ejemplo de ello es mandar a los trabajadores chinos al cementerio, que si acaso es verdad -no creo que sean tan brutos y conchos- sería el acabose: con lo supersticiosos que son en estos lados, hacerles semejante afrenta, ¡no jodais!

Una de las razones, precisamente, de tanto esfuerzo y trabajo que caracteriza a los chinos es recuperar la "hombría" nacional y el respeto que por tanto tiempo se les negó -aunque hayan tenido mucha culpa las guerras fraticidas internas- ya que si hay algo que los une es el "abuso cometido por las potencias occidentales por tantos años". Por eso, si CR se enrumba con ellos, tiene que seguir la misma línea, de todo por el poder, porque lo que se meta al frente es "obstáculo para recuperar el respeto". Sea Tibet, Taiwan, Japón, Corea, Vietnam, etc.

En cuanto a la visita de Hu en sí, espero que la Cancillería de la talla y que hayan aprendido de los muchos errores -entre ellos, y no solamente, pero si los más evidentes y vergonzosos- de protocolo y de costumbres y modales cometidos con y en Taiwan, para que no se la pelen tanto como antes.

Hasta el momento, no he leído de ninguna catástrofe de ninguno de los bandos involucrados, pero espero que se tome el asunto con la seriedad del caso. En esto confío más en los chinos, mucho mejor preparados.

No me preocupan tampoco las protestas de los Falun Gung, ya que son pacíficas, aunque comprendo que afectará más la ignorancia de los ticos. Estos no son una secta más perseguida –hasta a los panderetas los persiguen, y se puede ir a la cárcel por regalar una Biblia no autorizada- sino que se les trata como a prisioneros políticos, con las consecuencias del caso –venta de órganos, entre otros.

El TLC obviamente beneficiará más a China, lo mismo la famosa refinería. Ya los empresarios manifestaron sus resquemores en cuanto al sector de manufactura. El Instituto Confucio es más ideológico que otra cosa –cuánto insistieron acá en hacer algo similar, y cuántas veces les contestaron con prejuicios racistas y clasistas. Ojalá se pudiera de veras hacer de la enseñanza de los idiomas algo de alta calidad en nuestro país, y no dejarlo perderse en medio de una maraña burocrática que protege intereses exclusivistas.

En fin, que esta visita es un hito, sí, pero lo importante es cómo las partes se revelan en este espectáculo de masas.

En cuanto a potencial de ventas -no es soplar y hacer bombitas:

El 75% de las ventas costarricenses a China corresponde a los microprocesadores de la empresa Intel, el 13% a partes de computadoras y el resto a otras manufacturas tecnológicas y productos agrícolas que no superan el uno por ciento de participación.

Les dejo un par de recomendaciones sobre lo del mito de los mil millones de consumidores.