viernes, 16 de enero de 2009

El toro chúcaro del terremoto

De la experiencia de los chinos. La naturaleza no se puede controlar. La reacción sí.

Tomado del Taipei Times.

No es hora de andar criticando a quienes pueden ayudarnos a largo plazo. De fijo, Arias se perdió en su propio laberinto... de los ochentas. Diciendo que a Estados, "gran potencia", que en medio de una crisis económica fatal que ellos no se hayan como resolver, no suelte millones. Y eso después de que el mismo dijo que "no iba a pedir ayuda porque las potencias estaban luchando con la crisis". O sea, o somos o no somos.
Creo que no se había dado cuenta de la magnitud del desastre y de lo poco que se cuenta -mas que todo en logística, por no decir infraestructura- para combatirlo. Vean la entrevista a Van Der Laat en La Nación.

Necesitamos organizaciones de base. Necesitamos mejores planes de emergencia. Hay muchas soluciones baratas pero efectivas. Requieren poner el corazón por delante y no la billetera.
Y sigo con mi teoría que Arias se acostumbro a la Costa Rica que recibía todo el $$$ de USA para no caer en el comunismo. Se acostumbraron a no administrar la producción, a vivir en deudas y solo con ayudas, a que la plata fluyera como agua. La cosa no es la misma ahora, el país requiere de otras soluciones, y ellos siguen "exigiendo" que Papa Estachos los salve... después de criticarlos y aliarse a otros "ejes". Y como esos "ejes" ya saben que están con ellos por interés.. tampoco se van a esforzar mas allá de lo necesario. Ya nos conocen. Eso ya lo había dicho yo.
La ayuda internacional, si, es muy modesta, pero la verdad, la cobertura internacional del desastre ha sido mínima. La tragedia se ha "minimizado" y a como pasan los días, eso se "enfriá" y ya vendrá otro desastre a quitarle el campo. Aquí también fallo el Gobierno y su "imagen". Con la "reputación" de Costa Rica, en estos casos, podríamos generar una ola de buena voluntad.

Creo que a nadie se le ha ocurrido decirle a Schumacher que grabe un anuncio pidiendo solidaridad para con los damnificados. Una campana en Internet no esta pegada del techo.

El que no llora, no mama. Pensemos, Dios guarde, en una erupción del Irazú o ese volcán en formación cerca de Heredia. El terremoto pronosticado en Nicoya. Algo impensable. ¿Que haríamos entonces?

Y los taiwas estamos ahí, a calladito, para no hacer problema. Donde nos dejan, si nos dejan.