viernes, 11 de julio de 2008

Angeles o demonios
Parafraseando al famoso libro de Ron Howard, nosotros podemos ser ángeles o demonios para con nuestros semejantes. Todo depende de la actitud con la que enfrentemos la vida, y por ende, nos relacionemos con los demás. Los valores, más que un concepto teórico, son tan reales en la vida cotidiana como columna vertebral de nuestras acciones. Muchos hablan de que el destino ya está marcado; personalmente, creo que la ruta puede estar delineada, pero son nuestras decisiones las que marcan la pauta.

Veamos, por ejemplo, este caso:
Angel of Sichuan’ hailed for saving pupils
(Angel de Sichuan elogiado por salvar estudiantes)

Lucha de un hombre solo: Hace más de una década, un director escolar presionó al gobierno local hasta que le dieron el dinero necesario para reforzar su escuela.

En los minutos tras el terremoto del 12 de mayo, los estudiantes se ordenaron en filas en las canchas de básquetbol de la Escuela Media Sangzao. Cuando se completó el recuento, su destino estaba claro: todos los 2.323 estaban vivos.

Padres de familia, cubiertos de sangre y polvo, corrieron a su lado, abrazándolos y llorando. Lo mismo hizo el director de la escuela, Ye Zhiping.“Eso fue lo más feliz que ocurrió”, afirmó.
Dado que cerca de diez mil otros niños fueron aplastados en sus clases durante el devastador terremoto, la supervivencia de tantos estudiantes en Sangzao parece un milagro. Los estudiantes y padres de familia le dan el crédito al hombre que llaman “Angel Ye” .
Temeroso ante la mala construcción de los edificios, Ye rebuscó 60 mil USD para renovarlos en los noventas. Ordenó a los trabajadores ampliar los pilares de concreto e insertar barras de acero en ellos. Pidió barreras más fuertes para los balcones. Un baño que tenía una fuga de agua fue demolido.

Es probable que su escuela en el Distrito de Paz soportara el terremoto de 8 puntos porque él forzó al gobierno a mejorarla. Unos 32 kilómetros al norte, el colapso de la Escuela Media Beichuan sepultó a mil estudiantes y profesores.

La historia de Ye demuestra los flojos códigos de construcción en esta región montañosa apartada de la provincia de Sichuan y lo que se pudo haber hecho para solventar problemas conocidos. En su caso, su compromiso personal y una relativamente poca cantidad de dinero fueron suficientes para evitar una tragedia.
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Ye no solamente mejoró la estructura del edificio, sino también hizo que los estudiantes y profesores se prepararan para cualquier desastre. Ellos practicaban un simulacro de evacuación dos veces al año. Debido a ello, según dicen los estudiantes y profesores, todos lograron escapar en menos de dos minutos el 12 de mayo.
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Se supone que los inspectores de calidad debieron estar aquí para supervisar la construcción de este edificio”, cuenta Ye. “Cuando se colocaron las bases, tenían que estar aquí. Cuando se puso el concreto en los pilares, tenían que estar aquí. Pero no estaban”.
“Al final, ningún funcionario gubernamental se atrevió a inspeccionar este edificio, ya que estaba construido sin seguir ningún estándar”, afirma.

..“Si yo sabía del peligro oculto, y no hacía nada, yo sería el responsable”.