Mostrando las entradas con la etiqueta Taipei. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Taipei. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de junio de 2009

Se acabó la primavera...

...y llegó el verano, con su calor pegajoso, sus tifones, sus aguaceros con rayería... En resumen, la peor estación, la que más me disgusta.

Casi no tuvimos primavera, el frío se quedó más de lo acostumbrado. De hecho, llegamos hasta mayo con manga larga. Las golondrinas estaban medio perdidas...

El día del Festival de los Botes Dragón hubo un poco de lluvia, pero ni tanta. Hasta hoy, no hemos tenido Lluvias del Ciruelo en serio y se presume que habrá sequía. O sea...

Los dejo con algunas imágenes.


Florcitas







Mucha gente




Equipo mixto locales y extranjeros

Equipo de la iglesia



Diay si...

Equipo de extranjeros
Tomando la bandera


Ojo los volcados
Rescate

Puente

viernes, 19 de junio de 2009

Adiós a Vibe

Para los ticos que pasaron por Shida, mala noticia: cierra Vibe.

Ah, Vibe, qué lugarcito. Qué recuerdos, qué de desmadres.

Unico lugar donde hasta había rock viejo... pero a nadie le importaba la música. Donde el ambiente se ponía mejor a las 3 de las mañana.

Diay, ni modo, todo cambia. Queda el Roxy Junior, quién sabe por cuánto tiempo. Ya el barrio no es el mismo. Hace años que no me pego una buena fiesta.

viernes, 6 de febrero de 2009

Cow Parade en Taipei


Cuando escuché que íbamos a tener Cow Parade en Taipei me alegré mucho, ya que había visto la explosión de creatividad artística de las obras y la forma entusiasta en que la gente se volcó a las calles de San José por las vacas.

La exhibición en Taipei es muy especial porque Taipei fue seleccionada como la 65ava ciudad anfitriona del Cow Parade cuando la actividad cumple su décimo aniversario este año, y coincide a la vez con las celebraciones del Año del Buey. Por ello, la Municipalidad de Taipei puso las obras junto al tradicional despliegue del Festival de los Faroles y le ha dado mucha publicidad al evento.

Las vacas fueron presentadas primero en las instalaciones de la antigua cervecería en Taipei, ahora convertida en museo. Allí se mostraron casi 100 de las 107 que participan en el evento. Tras permanecer allí un tiempo, encerradas en el corral, fueron distribuidas este mes por toda la ciudad. Esta vaca estaba a la entrada de la exhibición, y representa la empresa estatal de Internet, Hinet.

En este sitio
http://www.cowparade-taipei.com/cowparade/main.do se puede ver un mapa de la ciudad de Taipei, indicando la ubicación de cada una de ellas. Esto es algo diferente a lo que se hizo en San José, ya que acá la ciudad es más grande, y las vacas no se pusieron en una sola avenida.

Sinceramente, me gustaron más las de Costa Rica. Las sentí más atrevidas artísticamente. Acá, hasta en eso son conservadores. A una que quiso ser más chocante, la pusieron encerrada con advertencia a la entrada. Tengo que ver a dónde fue a parar en la calle.

Esta vaca representa un plato típico de aquí, los fideos en sopa con carne:

Además, muchas de ellas (demasiadas, a mi parecer) sirven sólo como publicidad para sus patrocinadores. Demasiado comercial, y una cosa es publicidad (vean el ejemplo del osito Paddington para el 7-11) y otra cosa es dejarse decir algo (verdadera intención de la actividad). Vean esta vaca de MOD:

O esta vaca cowboy para promocionar celulares:

No le veo mucha diferencia con esta publicidad:

Y en cuanto a creatividad, no se ven muy "atrevidos", sino vean esta vaca con platillos chinos:

No me quejo de los motivos chinos, sería como criticar las lapas y ranitas y demás en el arte costarricense. Vean estas vacas, con motivos chinos, como peces dorados y papel recortado, o la medicina tradicional:

Las gavetas son para guardar hojas, tallos, hongos, etc.

Menos rebuscados son los motivos actualizados, como por ejemplo, la Vaca-venado, recordando la empresa San Lu (Tres Venados), responsable por el envenamiento masivo de leche con melanina:
Hubo una sala dedicada a las vacas con motivos taiwaneses, como por ejemplo, una vaca dedicada a las marcas tradicionales taiwanesas (la de bebidas Hey Song, la de artículos electrónicos Tatung), otra a las comidas de los mercados nocturnos (hecha por un extranjero), o la bebida nacional: el té con leche y bolitas de tapioca (bubble tea, pearl tea):

A mi me gustaron las vacas de alta tecnología: vacas que al tocarse, emiten diversos sonidos, vacas conectadas al Internet, vacas pintadas con diodos de luz, etc. Esta vaca hecha a base de teclados me gustó mucho:

Esta vaca al estilo de la porcelana blanca con azul es muy apreciada:
Y la vaca para fomentar el vegetarianismo:
En fin, un verdadero desfile de vacas:

lunes, 17 de marzo de 2008

Se oyen pasos de animal grande

Mi vida diaria en Taiwan es bastante tranquila. Agradezco todos los días al cielo que las explosiones que oigo son bombetas de a de veras, y no balazos, y que sobre todas las cosas, a uno por ser “cara pálida” o sea “de fuera” le tienen más miedo que a los locales. Dicho sea de paso, sí tienen prejuicios contra los extranjeros, como en todo lado –peludos, escandalosos, borrachos, etc.- pero también saben que si lo sacuden a uno de jupa si acaso sacarán plata pa’l pase. En cambio, usted agarra cualquier taiwanés promedio de clase media, y como tienen la mala maña de andar la cartera rebosante de billeticos azules –los de mil NTs-.pos ya la hace toa.

Y ni hablar del tilichero que cargan. Uno de los periódicos que dan gratis en el metro se dedica a entrevistar gente, preguntarles que opinan del servicio de metro, y después hacer una evaluación de lo que andan encima: pulsera Diorsh, MP3, cartera de tal marca, etc. acompañado el texto claro por lo que pagaron por cada chunche. Esto me deja pensando porque si usted va sentado en el metro, va ruleado. Noqueado. Y si va de pie, va en estado zombie, especialmente los estudiantes. Y en esas condiciones, es un milagro que acá no se haya soltado una plaga de carteristas.

Y les digo el porqué. Primero que nada, porque la gente acá detesta las cosas usadas. Nuevo y de paquete tiene que ser. Segundo, las compraventas están muy reguladas. Tercero, apenas se hace un molote de gente, aunque sea lo normal de hora pico, usted vera al señor policía –o dos- poniendo atención a lo que va y viene. Y si todavía hay un amigo de lo ajeno, entra la tecnología: cámaras –o más bien, policías detrás de las cámaras- vigilan los movimientos sospechosos. Y si se les va, en cable hay un canal “local” –más que distrital, es por pueblo- donde salen en cámaras, y solicitan ayuda a la gente a identificar al ratilla tal que sale en esta foto, ojalá en moto con placas y todo.

Pero lo más importante para que uno esté tranquilo, es vivir en medio de gente que está razonablemente satisfecha, que tiene aprecio por la ley, y posee cierta educación y decoro. Esto se ve particularmente en esta época electoral. La verdad, se siente raro que estemos a cinco días de las elecciones, y no estén los ánimos caldeados. La gente que participa lo hace decentemente, y les digo con sinceridad, los únicos que están haciendo el ridículo son ciertos políticos que a falta de soluciones concretas, les da, como diría mi hermanilla, por “hacer feo”. Para ser más democráticos, en cada uno de los bandos hay cada papanata... Gracias a Dios no son todos.

A mí me agarra no sé que en el estómago al pensar la cantidad de misiles del otro lado, lo peligroso que podría ser si llegara a ocurrir un conflicto... La sombra de los “vecinos del Norte” –conste que no son Estachos-- está siempre presente, y más ahora con el conflicto en Tibet. Los de este lado ven y reflexionan. Tibet no tenía el más magnánimo de los gobiernos, la verdad, era un teocracia, pero era de ellos. Ahora son desplazados poco a poco por una maquinaria que como el famoso ferrocarril a las cumbres, se abrió paso a bombazo limpio, todo en pos del “avance económico”.

Se han hecho varias encuestas localmente, y si en algo están de acuerdo los taiwaneses, es en no querer sacrificar la soberanía por las promesas económicas de los del otro lado. Como costarricense, mi única opinión del caso es que es necesario garantizar el derecho al berreo, por no citar a mi agüela, que decía “a la fuerza ni los zapatos”.

Las diferencias entre los principales partidos mayoritarios en Taiwan son muy sutiles, especialmente en materia económica. El punto más delicado de toda la campaña siguen siendo las relaciones a través del Estrecho, con sus respectivas repercusiones económicas –apertura o limitaciones-, sociales –limitación a las miles de novias de importación china, definición de la identidad nacional-, políticas –soberanía- y diplomáticas –simplemente escoger el nombre para participar en cualquier evento ya es una tragedia internacional. El estado de la economía, la legislación social, los retos medioambientales y de los cambios en la población son también temas de gran interés y debate. Con todo, los taiwaneses cuentan con las armas de la democracia: voto, prensa, referendos, cabildeos, etc. para participar y dar a oír su voz.

El 16 fue el Super Domingo, cuando se realizan las últimas concentraciones de fuerza. Dos columnas, una de cada uno de los bandos, desfilaron por las calles de Taipei, pasando apenas a dos cuadras de distancia uno del otro. Policías en uniforme corriente –no antimotines- vigilaban a distancia prudente. No hubo mayor incidente ni altercado, sólo gargantas desechas a ver quién gritaba más.

Los que más ganaron ese día fueron los dueños de buses, que hicieron su agosto movilizando partidarios de ambos bandos, y los que vendieron comida y bebidas en el camino de los hambrientos y sedientos participantes.

domingo, 2 de marzo de 2008

Festival de luces

Se me olvidaba contarles que me gusta participar en las celebraciones de Año Nuevo, siempre que esté en Taiwan para esa fecha. Verán, a nosotros nos dan pocas vacaciones al año, así que generalmente aprovecho para regresar a Costa Rica en esta época –aunque febrero sea temporada alta allá. No obstante, este año decidí quedarme acá, por lo cual pude disfrutar de muchas actividades.


Un evento parecido al Festival de la Luz en Costa Rica es el Festival de los Faroles. En Taiwan, se celebra inmediatamente después del Año Nuevo lunar. La festividad de Año Nuevo está llena de costumbres simbólicas, que a mi me agradan mucho porque hacen énfasis en mantener la familia unida, pensar positivo para el año venidero, trabajar en equipo para alcanzar metas comunes, e impulsar a chicos y grandes a dar lo mejor de sí para alcanzar el bienestar material, corporal, y espiritual.

Cuenta la leyenda que en tiempos antiguos existía un monstruo llamado Nien –que significa “año” en mandarín- , “una bestia extremadamente cruel y feroz, que comía personas en la víspera del Año Nuevo”. Según la tradición, como defensa “se pegaban coplas de papel rojo en las puertas, se iluminaban con antorchas, y se encendían petardos durante toda la noche; ya que se decía que el Nien temía el color rojo, la luz del fuego y los ruidos muy fuertes”. Las familias se congregaban para guarecerse del feroz animal, y esto llevó también a la idea de que si se quedaban despiertos toda la Noche Vieja, sus padres tendrían larga vida. Eso sí, había que dejar las luces prendidas toda la noche. O sea, que entre los fuegos artificiales y la luz de las casas y edificios, ese día, aunque lo intente, no podrá irse a dormir tranquilo.

No obstante, el día 15 del Año Nuevo lunar, se celebra la culminación de las fiestas en el Yuen Xiao Jie. Ese día, se comen bolitas rellenas de dulce, y en muchas escuelas se hace un desfile con faroles, estilo el que hacemos para el 15 de septiembre en Costa Rica, sólo que los niños llevan ya sea, diseños chinos tradicionales pintados en papel, o animalitos auspiciosos como el del año –de ratas o ardillas- o toques modernos como Ultraman, Hello Kitty, Mickey Mouse, etc. En Taipei, la muestra se lleva a cabo en el Monumento Conmemorativo a Sun Yat-sen.


Un paseo de luces guia a los visitantes desde la Municipalidad de Taipei...

Frente a la municipalidad de Taipei, se montaron varios despliegues de luces.



Hubo conciertos y otras actividades.
Dentro del monumento, pusieron los faroles mas tradicionales.

Por lo visto, mucha gente acudio a ver la muestra de este año.


La rata fue el invitado de honor...




Agradecemos el gentil patrocinio de Taiwan Beer...


Que el Año de la Rata les traiga mucha prosperidad.