viernes, 26 de octubre de 2007



Lo prometido es deuda: bike racks - parqueos para bicicletas

En Taiwan, a diferencia del otro lado del Estrecho, la bicicleta fue reemplazada hace muchos años por la motoneta o scooter. El acelerado desarrollo de la isla empujó este versátil medio de transporte fuera de la vida cotidiana, aunque, irónicamente, la isla fue uno de los mayores productores e innovadores en este rubro.

Poco a poco, la gente ha regresado a sus raíces, a pesar de que se ha perdido la delantera en la producción --no en la innovación, ya que fue una compañía de origen taiwanés, Dahon, la que perfeccionó las bicicletas plegables-- de estas sencillas máquinas. Las ciclovías han hecho una gran diferencia, y se realizan esfuerzos concretos para darle más espacio a este medio de transporte, por salud, por economía, y por el ambiente.

Maluigui había comentado acerca de la necesidad de hallar parqueos para las bicicletas. Yo había contado mi experiencia personal en este campo y mencioné los parqueos especiales que construyeron cerca de algunas estaciones de metro, para acomodar el creciente número de bicis.

Este diseño tiene por objetivo evitar el molote de bicis. Sacar su vehículo de uno de estos atolladeros no es nada agradable, y además, el desorden facilita la labor de los amigos de lo ajeno. Las siguientes fotografías fueron tomadas en las afueras de la Universidad Nacional de Taiwan:






Como podemos ver, las bicicletas se acomodan en dos pisos. Cada una esta metida en una especie de riel, lo que la mantiene en posición horizontal. Un diagrama ilustra la forma correcta de utilizar este marco para apoyar la bicicleta:


Si se va a poner arriba, se hala un extremo, se monta la bici, y los resortes hacen todo el esfuerzo.


Ambos rieles dejan espacio para los candados y así evitarse una sorpresa desagradable.

Aún así, hay a quienes o no le da el maní... (conste que los estudiantes de Taida son considerados los mejores, los más brillantes, campeones entre los nerds...) ... o es muy vago (hay más campo atrás).




En fin, que este sistema es una delicia para la vista por el orden y muy práctico. De lo contrario:












lunes, 15 de octubre de 2007

Del TLC y otras vainas

A mi me fascinan las caricaturas de Mafalda, porque dice cada verdad a secas, sin rodeos. Una verdad sincera y sencilla como la de un niño. Y lo mejor, es que como habla en el idioma de uno, se aplica como guante a la mano de la realidad latinoamericana.

Vea por ejemplo, una vez viene Miguelito, y da un discurso en contra de la “manía muy chiquillista”. Se refiere a las cosas que no los dejan hacer porque son muy niños. No obstante, su ira justificada se resquiebra cuando debe sincerarse ante su enardecido grupo de seguidores, ya que los niños tampoco se hicieron a ellos mismos, sino que dependen de los adultos. Miguelito concluye que él mismo es demasiado sincero para ser político.

Esta tira viene mucho en mente por el asunto del TLC. Porque en parte nos dejamos meter gato por liebre, en parte se quiso jugar de vivo con una potencia más grande. Lo peor: se sigue sin ver a Costa Rica como es y en vez, se ve apenas esa burbujita en que se vive sin tocar a los demás. Es lo que los chinos llaman “vivir en su patio”. Se barre y se limpia hasta donde termina el patio, y se echa la basura por fuera del muro. Allá los demás que se jodan, mi patio está limpio.

Hay muchas cosas incorrectas en el TLC. En cuanto a negociación, fue más “jale para su saco”. Los tratados de comercio, por su naturaleza, adolecen de desigualdades y desequilibrios, pero no por eso pueden llegar a ser valiosos instrumentos, en los cuales se puede poner diversas líneas de defensa para ambos lados. Me explico, a ninguno de los dos bandos --en el caso de ser bilaterales-- le beneficia que se abra una puerta sin control. Para eso pongo restricciones de otros tipos, como por ejemplo sanitarias, de empaque, de marca, hasta de tonelaje.

Por ejemplo, China limita la entrada de la banca extranjera por medio de una regulación que exige un porcentaje de inversión local en la misma, o deberá espera 10 años para que su sucursal pueda reproducirse o elevarse de categoría. Las importaciones de azúcar a Taiwan deben estar empacadas de cierta forma, o no se reciben. Taiwan impone vedas a las manzanas chilenas si encuentran gusanitos, y hasta a la carne gringa si se pasa de la raya en cierto límite de hormonas --superior al que los mismos gringos admiten para consumo interno.

La verdad, como dice Miguelito, no somos adultos. Por mas que digan que hacemos una millonada comerciando con China –que no cuenta porque el 80 por ciento es básicamente transporte intraempresa de INTEL y sus derivados-- hasta el mismo INTEL, joya de la corona, está en manos gringas. O sea, ellos tienen la sartén por el mango.

A los taiwaneses también les hicieron esa jugada, de mandarle un par de misiles de advertencia para que se portaran bien e hicieran lo que Papito quería. Peor acá se cabrearon e hicieron exactamente lo contrario. Harakiri antes de perder cara.

Pero en CR teníamos mucho que perder. Quién presentó una alternativa viable al comercio desigual con Estados unidos? Alguien dio solución a la crisis de la agricultura, que va desde Juan Varela hasta hoy? Nadie quiere verse en la pobreza. Y es que vivir en esas condiciones de miseria en que se vive en Centroamérica no es vida. Para esa gracia un bazukazo por favor.

Pero tampoco vamos a echarle la culpa a los gringos. Business is business. No puede existir democracia política sin democracia económica. Y aquí está el fallonazo. Ahí fue donde flaquearon los representantes del NO. No tenían respaldo económico porque sus bases están apoyadas en fundamentos políticos y mentales de una Costa Rica que ya no existe. Para ser actores políticos con poder de decisión, hay que ser actores económicos activos. Y no la mayoría no lo somos.

Del fallonazo en el CAFTA se puede culpar a la inexperiencia o a los intereses creados, pero la verdad, no es más que un tratado comercial. Opino que se sobredimensionó el asunto, presentándolo ya sea como panacea o tiquete al infierno. Más bien, fue como si el país en colectivo hubiera sufrido una infancia traumática, y parece que ya lo ha superado, cuando de pronto, un accidente ya de adulto, trae a la superficie los temores ignorados y causa una hecatombe. El TLC fue la catarsis, de ahí comenzaron a salir a la luz los temores, los maniqueísmos, las manipulaciones descaradas de ambos bandos. Nos dividimos en dos, los de arriba y los de abajo. El país de los otros. Los demás y yo.

Sinceramente, el NO perdió conmigo por los argumentos que esgrimió. Apeló a la burguesía más fina, a los temores más infundados. No obstante, la actitud del SI fue repulsiva. La burla sarcástica, el autoritarismo, las amenazas de un grupúsculo que perdió la autoridad con cada cañonazo. Ahora éste es el problema más grave. Con qué autoridad va a socar las tuercas como se debe y motivar a la nación a trabajar si al Emperador se le cayó el disfraz y está desnudo en la plaza? No me extrañaría que este mismo grupúsculo estuviera detrás de los que quieren desconocer los resultados. Solamente un llamado a la fuerza les dará el poder para controlar y dominar a las ovejitas que ya no son tan inocentes.

Veo a Costa Rica tan consumista y superficial como Hong Kong y Singapur, pero sin su poder adquisitivo/productivo. Mientras que aquéllos se pierden en la moda y el exceso de trabajo adormecedor, en CR se atontan con Bailémonoslos y la vaina que esté de moda. No está mal por ahora, pero que hay de proyecto de vida futuro? A leer otra vez La Cultura del Pobrecitico, pero adaptándolo al siglo XXI.

Ahora hay que jalar pa’lante. Todos perdieron algo, pero más que todo, inocencia. Que no se pierda el deseo de ser parte integral del proceso evolutivo del país. Ser diputado por un día no es suficiente. Hay que organizarse, exigir un sistema legal en que se confíe. Así se protege a tirios y troyanos, locales y extranjeros. Por ahí es bueno empezar. De ahí a mejorar la seguridad. Posteriormente, a abrir capitales para PYMES --de veras abrirlos, no camuflarlos. Hablando de abrir, integrar las fuentes de información, en vez de dejarlas en manos del mismo grupúsculo. Construir de abajo para arriba, afianzar las bases, establecer autopistas de información y abrir la comunicación. Solamente falta arreglar la crisis de poder, y eso ya es más difícil, porque es en el corazón de cada uno.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Lo bueno, lo malo y lo feo
Serie de observaciones sobre la vida en Taiwan


Un viernes por la mañana mi carácter ya está de por sí menos dulce que de costumbre, de puro cansancio normal antes del fin de semana. Para colmo de males, la noche anterior a los vecinos se les ocurrió protagonizar una disputa doméstica hasta la medianoche –hora en la que uno tiene derecho a llamar la patrulla y callar a cualquier escandaloso, sean fiesteros, constructores, u otras alimañas- y ya cuando me había dormido .. se vino un fuerte temblor casi a las dos de la mañana. ¡No sias ingrato! ¡Cómo costó levantarse para ir a trabajar y cómo costó estar despierto y atento hasta el final!

Gracias a Dios acá tienen un remedio certero para cargar las pilas –y no es Red Bull. Una de las buenas costumbres que hay en este país es la siesta. Desde el kínder, a los niños se les acostumbra a hacer la siesta, y siguen con la práctica en las escuelas y colegios. Al llegar a la universidad, continúan con la maña en las bibliotecas --por eso cuesta encontrar campo para sentarse a estudiar. Finalmente, en los trabajos, parte de la hora de almuerzo, se invierte en ese valioso descanso para reponer pilas.

Lo malo de esta costumbre de la siesta es, por ejemplo, que los restaurantes cierran a las dos de la tarde, y no vuelven a abrir sino hasta las 5 y media, así que si usted se atrasó para ir a comer, salado: toca McDonald’s o una cafetería (donde es más caro y no tan amplio el menú).

Lo feo es que la hora de almuerzo no se cuenta entre las horas laborales, lo que significa que usted está en el lugar de trabajo 9 horas en vez de 8. Si agregamos el tiempo de transporte (30 minutos promedio, sin importar el medio de transporte), y el hecho cultural de que se ve muy feo que un empleado se vaya temprano –exacto a la hora de salida—sino que esperan que uno, para demostrar su lealtad a la empresa se quede al menos hasta una hora extra –la mayoría de veces sin pago—aunque sea todos los días, bueno... ya ven el problema. Hay veces en que dan ganas tender un petate a la par del escritorio; y ni hablar de lo bien equipada que están la refri y la despensa del trabajo. O sea, mucho mejor y más variadas que las de la casa.

jueves, 23 de agosto de 2007

  • Estampas del tifón

    Han evacuado las zonas aledañas a los ríos, y los vecinos han salido apenas con una mudada de ropa al hombro. Los llevan a los albergues especiales y a las escuelas locales, claro, las que están en planito, no en las montañas.
    Entrevistan a una abuelita. Sentada en una sillita, con un plato de sopa en los regazos, dice “Muchas gracias. Aquí estamos algo apretados, pero por lo menos estamos seguros”.

    Seguimos viendo las noticias. Un perro se lanza desesperado al río embravecido, detrás de su amo. En medio del agua achocolatada, sólo el can triunfa entre los escombros. Sigue el cuerpo de su amo, hasta que éste es rescatado. Empapado, regresa a casa a lamerse las heridas.

    Cientos de patos blancos han huido de sus jaulas en una granja avícola. Tanto las riberas como el cauce del río parecen cubiertos de nieve. Sólo se ven motitas blancas que navegan por el río, alejándose de las ollas. ¡Viva la libertad!

viernes, 17 de agosto de 2007

El dia antes
(o como prepararse para un super tifon)

A 250 kilometros por hora se desplaza el super tifon Sepat, de doble ojo, hacia nuestra amada y ya empapada isla.

En la tele el comentarista senala que esa velocidad es mayor que a la que rotan las aspas de un helicoptero.

La gente se arremolina en los supermercados. De vez en cuando vuelven a ver las pantallas gigantes donde los canales de noticias se complacen en presentar los estragos de anos anteriores.

Tratamos de preparanos. Que como se prepara uno para un tifon? Pues bien, se compra el agua embotellada, se almacena agua en pailas y botellones "por si se va la luz" tener con que banarse, se asegura de tener candelas, focos, pao mien -fideos instantaneos- frutas y verduras para cocinarse algo porque salir, ni a balazos -o a menos que la casa se este inundando.

Revise las canoas, las ventanas. El guarda del edificio acumula bolsas de arena en la entrada. Nos advierte que hay que mover el carro. Hay que buscar un lugar en los puentes o pistas para parquearlo.

Hay que preparar algo para entrenerse. Video club o lo bajamos de Internet? Ah, y no se olvide de sacar plata del cajero, por si acaso no hay electricidad despues.

Entre una cosa y otra nos olvidamos de las medicinas. Salga otra vez. Oh, la comida del gato. Vaya usted, pero rapido.

Manana es sabado. Y anuncian como gran ganga que se cancelan las clases y el trabajo. Afuera ya no se oye nada. La gente espera. Se avecina el gigante.
Al héroe cotidiano
(honor a quien honor merece)

Bus driver dies of sudden heart attack while on duty

A passenger bus driver died of a sudden heart and blood vessel disease after parking parking his vehicle at the roadside and helping all passengers get off the bus, according to the police

Son las circunstancias más duras las que sacan lo mejor de las personas. En este caso, un chofer de bus, que enfrenta largas y difíciles jornadas de trabajo, pone la seguridad de sus pasajeros primero antes de colapsar.

miércoles, 15 de agosto de 2007




Viñetas de Taiwan



(o cómo alcanzar el mutuo beneficio del win-win situation)

Es común tener un sector dedicado a pequeños puestos de ventas en las dependencias públicas, tales como ministerios, y hasta en los hospitales. En lugar de la vieja costumbre de los “choriceros” que van por las oficinas en Costa Rica –o iban, qué se yo--, los vendedores “arriendan” un puesto o mesita de la asociación de empleados o administradores, y allí venden sus productos, ya sea té orgánico, joyas de jade, ropa para niños, o buñuelos con carne.

También en los hospitales se acostumbra que los enfermos traigan su propia comida. La primera vez que vi a alguien entrando al hospital con una merienda de Mc Donald’s casi me da algo, pero si no tiene restricciones por la dieta, acá todo se vale.

El “seguro” o jienbao cubre la estadía en caso de emergencia, pero lujillos extra se pagan por separado. Usted puede tener enfermera de piso, enfermera privada o cuidador extra “contratado” por medio del hospital. Los cuartos van de cuatro a seis personas, divididos por biombos. Si quiere uno de dos, va pagando. Lo mismo la dieta. Tiene que pedir la comida, o asumen que usted o alguien más va a ir al KFC del frente todos los días a la hora de almuerzo. Eso si, no pida dieta blanda. Se lo advierto. Ah, y le cobran extra, quiéralo o no, por un locker donde guardan sus pertenencias.

En el Hospital de la Universidad de Taida se les va un poquito la mano. Yo sé que es grande, pero tienen dos Starbucks, y dos food court. Uno en el subterráneo y otro más pequeño, junto al Hospital de Niños. O sea.

El de Tzu Chi también tiene un food court, que se caracteriza por ser la mayor concentración de puestos de comida vegetariana de todos tipos, desde sírvase usted mismo a sopas. De comida tailandesa a fritangas taiwanesas.


También dentro de los hospitales y edificios públicos es común hallar un 7-Eleven, o por lo menos, un miniabastecedor administrado por los propios empleados, donde puede comprar arroz, aceite, carne, jugos, leche, y demás etceteras. Hasta ropa, zapatos o corbatas. En los edificios más grandes, como por decir algo, la Central de la Policía, el Ministerio de Relaciones Exteriores, y hasta el Palacio Presidencial, hay barbería, peluquería, lavandería, oficina postal –y con ello, un banco-, y por supuesto, una o más sodas. Nosotros si podemos, nos vamos a la Policía, donde hacen un arroz frito de chuparse los dedos. Eso si, llegue temprano.

viernes, 3 de agosto de 2007




Saturday in the park

A mi me gusta mucho Chicago. No me refiero solamente a la ciudad, sino más bien al grupo musical. La ciudad me gustó por la arquitectura, el arte urbano, y el trencito elevado tan corrongo. El grupo me gusta por lo romanticón y meloso.

¿Qué tiene que ver esto con Taiwan? Pues, no mucho, solamente en que el verano es tiempo de pleitos entre parejas and it’is hard to say I’m sorry. Yo le hecho la culpa a este calor infernal. Calentamiento global o no, es una tortura que empieza en mayo y si nos va bien mal, sigue hasta diciembre. Para terminarla de hacer, a cada rato y sin avisar se vienen unas tormentas terribles con rayos –y no son tifones- ojalá el día que usted escogió andar en chancletas. Salado, una vez a la semana como mínimo llega a casa empapado y malhumorado, receta perfecta para un pleito.

Así que everybody needs a little time away, por lo menos, un poco más de espacio... con airea condicionado. Cuando la temperatura afuera está a más de 36 grados, es mejor salir a, como dicen acá, “a recibir aire acondicionado de gratis”.

La vaina no es tan fácil como parece. Si va a los centros comerciales, media humanidad de chinos pensaron hacer lo mismo, por lo que tiene que batirse a codazos con todo el mundo.

Si va al cine, está bien, pero no se puede todas las semanas, ya que sale muy caro. Para mis amigos taiwaneses, una de las cosas que más les gustaba de Costa Rica era poder ir al cine todas las semanas...sin romper el chanchito.

Otra actividad es ir a meterse a un cafetín, y pasar la tarde tomando té y viendo revistas hasta reventar. Termina uno con dolor de cabeza entre el aire acondicionado, el humo del cigarrillo del área de fumado, y de estar leyendo chino todo el santo día.

Pero llega el momento en que sencillamente se hastía. ¿Qué hacer? Ah, quedan los parques.





Vean que cosa mas linda este parque nuevo cerca de la estacion central. Lo que antes era la Fabrica Nacional de Licores -les suena conocido- es ahora un pulmon en medio de la ciudad.

Bonita la vista aerea, con todo y pista elevada.

Para abrir este espacio, se derribaron unas casas viejas de la zona, pero la mayoria se saco de la estacion vieja de tren. Los arbolitos estan pequenos, pero van creciendo.

Mi parque favorito es el Parque Daan. De fácil acceso, ya sea en metro o bus, tiene espacios para andar en bicicleta, patinar, caminar, trotar, escuchar música o simplemente tenderse entre los árboles, en una lomita, a que lo acaricien el sol y la brisa.

Me gusta en particular durante la primavera, porque realizan un festival de las flores. Para ello, construyen con matitas esculturas de tamaño mediano o grande, con formas muy creativas. Muchas parejas se toman sus fotografías de bodas con estas formas artísticas de fondo.

Me agrada sobremanera el espacio que brinda para actividades, y para que lo disfrute gente de todas las edades y condiciones. Con solo estar ahi, en un remanso de paz en medio de la gran ciudad, ya se siente uno como nuevo.


Tenemos la gente mayor, que viene con tiempo. Muchos vienen acompañados por su enfermera filipina, ojalá hasta en silla de ruedas y con un tanque de oxígeno, pero ahí van recorriendo el parque, poco a poco. Los que están mejorcito juegan desde canasta a croquet.





Los niños se encuentran más que todo en grupos, alrededor de los juegos o en los clubes de patinaje.

Completa la población los solteros o parejas DINK con sus perritos y perrotes, algunos –la mayoría, desgraciadamente- esas pobres “ratas axilares” que no salen de sus estuches de viaje Louis Voutton para no ensuciarse el traje Burberry que llevan. Y el cerdito en miniatura ocasional.


Asi, dandole vueltas al laguito, comiendose un helado, pasamos el dia tranquilos, en un espacio abierto, curando heridas y encontrando caminos uno hacia el otro en esta gran y confusa ciudad en verano...
If you leave me now, you'll take away the biggest part of me...ooh baby please don't go...

lunes, 30 de julio de 2007

La isla que somos

Recientemente, y con motivo de las discusiones sobre el TLC, muchos ticos se han manifestado a favor de que William Walker hubiera conquistado Centroamérica. Que ahora seríamos más prósperos, que es una mentalidad más avanzada, que seríamos parte de un país desarrollado, etc...

No dejo de pensar en las similitudes con Taiwan en este tema. Muchas personas aquí se quejan diciendo que la democracia no sirve, que es un desorden, que desde que se adoptó la democracia la economía está para el tigre, etc...

Imaginen que Walker triunfa, llega y toma control. Se justifica diciendo que “todos somos americanos”. Pero no todos “tenemos la sartén por el mango”. Al llegar se discrimina a los que no hablan inglés. Se impone el inglés como idioma oficial, en las escuelas se castiga a los niños por usar el español, se borra la historia de España y de los indígenas. El conteo histórico vuelve a cero, y se estudia solamente historia de Inglaterra y EE UU. Los americanos crean una mega ciudad avanzada en Managua, completamente americanizada, mientras que el resto del país y la región se hunden en el olvido.

Lo bonito es que Walker y su gente ha sido expulsada de Estados Unidos. Los que perdieron la guerra civil se refugian en Centroamérica –bajo dominio gringo-- y se consuelan diciendo que cuando sean lo suficientemente fuertes podrán reconquistar Estados Unidos. Emigran grandes cantidades de norteamericanos, que desplazan a los locales en los puestos gubernamentales, prensa y educación –ejes de control.

Pasan los años. Un amago de rebelión resulta en la cacería y exterminio de la élite intelectual local. Sin cabeza, y apabullados por una ideología impuesta, se pierde el sentido de identidad...

Cuando se agotan los recursos productivos, y los costos empiezan a aumentar, los “dueños de todo” simplemente agarran su capital, venden las tierras –usurpadas a los locales--, y se jalan a invertir en “lugares más competitivos”, que les permitan no pagar cargas sociales u otros derechos “que salen muy caros”. Vuelven a emigrar con sus familias a Estados Unidos, que los recibe felices por el capital que traen. Mientras tanto, los locales se quedaron al garete, al irse las fuentes de trabajo. La prensa los culpa por “pedir demasiado” –vacaciones, seguridad en las empresas, jornadas de menos de 12 horas-- y “por no querer ser americanos, un pueblo tan grande, tan noble, de tan destacada trayectoria”. No hay plata para costearse la vida, y el país empieza a hundirse.

Sin identidad, sin unión y sin recursos, tratan de pararse en sus propios pies, y conseguir volver a ser independientes. Al irse democratizando la economía, volviendo a las raíces, surge de nuevo la democracia política en el país. Sueñan con la libertad. Pero los “verdaderos sureños” no los dejan; han invertido demasiado en el país, y aunque no da tanto rédito, también está su orgullo herido. No quieren dejarlos ir, así como dejaron ir el sueño de conquistar Estados Unidos para el Sur.

Para colmo de males, los “norteños”, o los que ganaron la Guerra Civil más de 100 años atrás, tampoco los quieren dejar ir. “Si no son norteños, son sureños”, dicen primero. Ya nadie se acuerda qué era Nicaragua, o Costa Rica, antes del diluvio. Luego el cuento cambia, ya que Estados Unidos se vuelve una gran potencia, gracias en parte a la plata que revirtieron los sureños. “Por supuesto que es parte de Estados Unidos”, dicen. “Si son americanos, son de Estados Unidos”. La ONU –donde forman parte del Consejo de Seguridad-- les da la razón. Los otros países dependen de los negocios con ellos, por lo que les dan el sí a todo lo que pidan.

Las exnaciones centroamericanas quedan condenadas de por vida a darle todo lo que tienen a los demás.

¿O que, piensan que como en Costa Rica “somos blanquitos” va a ser diferente? ¿Que nos van a tratar como iguales? Una colonia es una colonia, ¡¿porqué creen que Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, y hasta Timor del Este se independizaron?!

“No, cómo se le ocurre, cómo nos van a tratar así, no si ellos van a venir a desarrollarnos, a darnos las cosas en la mano y ponernos la comida en la boca”, pueden replicarme. Vean la historia. Ahí me cuentan si encuentran un caso así.

Ningún ente es solamente una cosa. Entes tan complejos como los países son la suma de hechos históricos, no se puede atribuir a uno sólo de los actores el éxito o el fracaso de un país. Somos la suma de las partes que nos componen, y la fuerza que tenemos proviene del eslabón más débil de la cadena. Taiwan no sería lo que es hoy sin la contribución de los holandeses, chinos de diferentes etnias, japoneses y hasta extranjeros que han aportado tanto a su historia y forma de ser. Por ejemplo, sin la infraestructura que dejaron los japoneses, el KMT no hubiera podido montar sus planes de desarrollo, a los que también contribuyeron los gringos. Y si, todos ellos aportaron fondos, pero el pueblo de Taiwan también dio su trabajo. Todos colaboraron, porque somos parte de la misma isla.

Echarle la culpa sólo a los españoles del subdesarrollo es volvernos más débiles, porque abrazamos al “mandamás” de turno como salvador, sin buscar la solución adentro. Nuestros ancestros defendieron la libertad a pala y cañazo, por algo sería, así que no perdamos vista de lo que somos ni endiosemos lo que es meramente mortal.

lunes, 23 de julio de 2007


No se le puede quedar bien a todo el mundo (o introducción a los buses de Taipei)

Por estos días he tenido que acompañar a una compa del brete de shopping, porque va de visita a su país, y por supuesto, tiene que llevar algunos regalitos, A.K.A. pedidos. Para hallar todas las cosas requeridas hay que trasladarse de un lado a otro de la ciudad. Nunca he tenido mayor respeto por el sistema de buses.

Mi jefa se queda admirada de cómo conozco la ciudad y sé cuál bus tomar para ir a cualquier lado. Claro, yo no ando en un Cadillac con asientos de piel, sino a pata, desde que mis fallidos intentos en andar en scooter –que por mas que las llamen motos, a mi no me parecen más que patinetas glorificadas-- acabaran con mi humanidad llena de moretes y raspones. O sea, por necesidad se vuelve uno un gatazo en bus. Eso, o compra un seguro de vida millonario. Se salvó la familia en Costa Rica!

Cada bus tiene un número asignado, y en la pantalla superior exhibe el número y el nombre de los dos extremos de su ruta. Puede que incluya al frente un letrero que diga si pasa por algún landmark o sitio importante, por ejemplo: el Mall Miramar, el Museo del Palacio, el Taipei 101, etc.

Algunos buses llevan al lado una lista de las paradas importantes, especialmente si en su recorrido pasan por una o dos estaciones de metro. Puede buscar los datos de la ruta en Internet. http://www.taipeibus.taipei.gov.tw/index_e.htm o http://www.taipeibus.taipei.gov.tw/emap/map/pdf/map/Taipei.pdf

Muchos de los buses llevan dentro una pantalla luminosa que despliega en chino y en inglés en qué parada se encuentra o cuál parada se aproxima. Esto es gracias a un sofisticado sistema de GPS, que permite llevar un control del tiempo del recorrido.

Recientemente se inauguró un sistema electrónico en Taipei, donde las mismas pantallitas electrónicas han sido colocadas en las paradas. Allí le dicen a uno cuál bus se aproxima, y en cuánto tiempo llegará. ¿Piensan que ésto es muy bueno? Pues la gente se quejó diciendo que deberían poner más atención al estado de ciertas unidades de buses antes de hacer esos arreglos sofisticados. Conste que los buses acá están bastante bien, aire acondicionado y relativamente limpios.

Este sistema se puede ver en las paradas construidas dentro de los carriles centrales exclusivos para buses. Estos carriles desataron mucha controversia, ya que algunos no fueron muy bien diseñados y más bien ayudan a la congestión vehicular en lugar de aliviarla. Pero bien utilizados agilizan grandemente el tránsito, al separar los buses del resto de los vehículos –conste que en Taipei no andan los trailers ni los tanqueros en media calle a toda hora, sino que tienen restricciones.

Uno de los lugares más criticados fue frente a la Universidad Nacional de Taiwan (Taida) --donde estudiaron, estudian, y ojalá estudiarán varios ticos-- en la avenida Roosevelt, ya que por una falla de diseño y planificación no sirve para el recorrido de todos los buses. Mientras que la mayoría de los buses seguían directo en dirección a la Estación Central de Taipei, muchos otros debían doblar a la derecha para continuar hacia el norte de la ciudad. Si bien causa algo de confusión, el desorden resultante es más seguro que antes, cuando los estudiantes en motocicleta o bici tenían que tirarse para salir de la universidad en medio de los buses que estaban entrando a toda velocidad a la parada. Resultado: más de uno quedó hecho una tortilla entre dos buses o peor, el bus al salir lo golpeaba lo lanzaba con todo y moto o bici en el carril contrario, dejándolo hecho una calcomanía contra un bus que iba en dirección contraria. Gracias al carril central, este tipo de accidentes ya no es tan común.

Las paradas corrientes se caracterizan por letreros donde se especifica la ruta. Ciertamente, no ayuda mucho al recién llegado –especialmente si no lee caracteres chinos, ya que muy pocas paradas están en inglés— porque hay que saber para dónde se va y en cuál parada bajarse. Pero es más fácil decirle a alguien: “Tomá el bus 208 en el McDonalds de Kuting y te bajás en la parada del Parque Xin Xin”, si se quiere ir al cine, por ejemplo. Claro que hay que tener cuidado: en la Universidad Normal (Shida) –donde también hubo/hay? muchos ticos-- están las paradas Shida 1 y Shida –así, pelado- por lo que uno tiene que especificar dónde se van a ver.

Hay varios buses –y esto sería fantástico en Costa Rica, especialmente en San José-- cuya ruta es solamente recorrer de “arriba para abajo” alguna de las avenidas principales. (Imagínese un bus de Sabana que pase cada 3 minutos). Por ejemplo, si quiero ir al Taipei 101, y estoy cerca de la estación central, puedo tomar el bus que recorre la avenida Xinyi. Así me ahorro tener que cambiar bus en la estación de metro City Hall. Si quiero ir al Mandarin Daily, un periódico en mandarín para niños donde también dan clases de chino, podría tomar el metro hasta la estación Kuting y caminar, o tomar el bus que recorre la avenida Roosevelt y me deja al frente (Jajajaj.. nosotros los vagos).

El otro día iba a visitar la fabrica de un compa de la U. La bendita fábrica está en la Zona Industrial de Wugu, en las afueras de Taipei –muy afuera. http://www.moeaidb.gov.tw/iphw/wuku/home/Main.jsp El mae muy sofis me dice que “coja taxi”, yo calculo la distancia y pienso mínimo 500 NTs, muy largo, tiene que ser carísimo. Calculo una hora y media para llegar, si uno toma el metro, luego un tren, y al final taxi para llegar. Me voy al sitio en Internet de buses, y veo que hay varios buses a Wugu: más de una hora en llegar de un punto a otro. Una amiga me dice que debo tomar el bus 502 en la estación de Mingchuan West Road, que va directo a la zona industrial. Voy con algo de desconfianza, especialmente al notar que los buses pasan cada media hora, que es sábado, y que sólo ese bus va a la zona. Pues bien, el bus llegó en punto a la media hora, y en 30 minutos me dejó al frente de la fábrica que iba a visitar. Resultado: tuve que esperar a la gente en una cafetería cercana, porque llegué con una hora de anticipación.

Los hospitales más grandes proveen servicio de busetas para la gente. Por ejemplo, en la estación de metro de Chientan se toma la buseta para el Hospital Shinkong. De la estacion de Tapinglin se toma la buseta para el Hospital Tzu Chi, en Xindian.
Algunos supermercados, como el Carrefour en la zona de Fushing North Road, tienen un bus grande, para trasladar las personas desde la estación de metro Chongshiao Fushing o del área de compras cercana al local. Este super usa busetas en cuatro o cinco estaciones más, y el mapa con las paradas lo ponen en su catálogo, que reparten gratis por las casas vecinas.
El Taipei 101 también tiene bus gratis, pero se llena demasiado, porque la gente lo toma para no tener que caminar entre los distintos centros comerciales del área de Xinyi –¿ven que no soy sólo yo?--. El Mall Miramar también tiene transporte desde la estación Chientan y desde la zona de Xinyi.

También hay buses exclusivos para parques; por ejemplo, desde la estación de metro de Dansuei se toma un bus al Fishermans Wharf o Puente de los Pescadores.

En Año Nuevo, ponen en servicio un bus entre la calle Dihua, el área de compras de alimentos tradicionales de esta época, y la Estación Central. Conste que caminando es como diez minutos, pero en temporada la fila es de 20 minutos o más. Lo mismo para el Festival de Botes Dragón o el de Los Faroles. Siempre habrá transporte disponible, rápido y eficiente. ¿Porqué? ¡Porque es parte de la conspiración para sacarle a uno la plata, por eso!
Son esas cosas...

Hay muchas cosas de mi país que me duelen en el alma. Una de ellas, tal vez por ser pariente/descendiente y exdocente, es la situación de la educación.

No se puede comparar el estado del sistema educativo en Taiwan con el de CR, pero si se pueden hacer observaciones. Ambos adolecen de problemas estructurales ajenos a los recursos económicos, porque la verdad, la plata no es el problema, si el enfoque está equivocado, si la cultura no ayuda, si no hay apoyo en casa ni en la sociedad.

Conste que hay muchas cosas que me fascinan del sistema educativo aquí. Ser educador es una profesión todavía muy respetada en la comunidad. Adoro las escuelas tan grandes, con equipo y mobiliario muy sencillo, en un espacio limitado pero bien utilizado. Hay suficientes escuelas por comunidad –de hecho, pronto empezarán a cerrar algunas ya que por el descenso en la tasa de la natalidad, ya no hay chiquitos-- y se refuerza –legalmente-- la obligatoriedad de asistir a la escuela por medio de los dirigentes de barrio. Los niños y muchachos pasan en la institución la mayor parte del día, tienen tareas todos los días –que los papás deben revisar y firmar-- y además asisten a la escuela suplementaria. Se les inculca un sentido de responsabilidad hacia su escuela: ayudan a limpiar, a repartir los almuerzos, a cargar los libros de los profesores o compañeros con discapacidad.

Sin embargo, las estructuras mentales son las más difíciles de cambiar. Acá por más que se ha luchado, poco se le ha restado a la mentalidad, en parte por una mala interpretación de la teoría confucionista, en parte por el legado de la época de la Ley Marcial (ver noticia del Taiwan News), y los profesores en su mayoría todavía predican el evangelio de “no mover el bote, no pensar, no cuestione la autoridad”. Esto es sumamente peligroso, especialmente a nivel económico. Mientras que el Ministerio de Educación hace planes para fomentar la creatividad, tadavia existen profesores que castigan –y hablo hasta de castigo físico, también prohibido hace años en los reglamentos-- a los que se atreven a hacer las tareas o los ejercicios de otra manera. Lo peor es que hay muchos padres de familia apoyan esta mentalidad, ya que fue la que les metieron a ellos mismos a punta de golpes y bastonazos.

El problema es que ya la economía no es la misma. Requiere vitalidad, expresión, creatividad. La economía de servicios y de valor agregado se basa en la iniciativa propia, en la agilidad, en no esperar que le tengan que decir las cosas. Se necesita anticipar los gustos del cliente; de ser posible, hasta de manipularlos y crearlos. Algunos jóvenes ya han despertado de este letargo, y han salido del cascarón convertidos en verdaderos dragoncitos innovadores. Se organizan y participan en movimientos comunitarios o estudiantiles. Destacan en sus trabajos y crean nuevas empresas o revitalizan las existentes. Pero muchos, y ésto es lo trágico, se pierden en medio del caos generacional. Son la llamada “generación fresa” –sin relación alguna con los fresas de CR en los 80s, sólo un poco en el consumismo--. Se les llama así porque “no aguantan nada”.

Duran si acaso dos o tres meses en los trabajos. Lloran por todo, y no saben enfrentar los problemas o conflictos personales o laborales. Pasan metidos en las tiendas por departamentos y no saben nada del mundo que los rodea, a pesar de ser la generación que más tiempo pasó sentada en las aulas –más de 12 horas al día, fines de semana y veranos incluidos. Dicen que no les interesa la política, pero sí son presa fácil de líderes religiosos o políticos inescrupulosos, que si les dicen que se tiren de un puente, van y lo hacen aunque sea del puente equivocado. La tasa de suicidios es alta, y lo peor del caso, evitable. Que una muchacha se colgó en la universidad como protesta por un conflicto legal de su amiga con el casero, que otro se le descompuso el equipo de laboratorio una semana antes de presentar la tesis, que al otro lo criticaron en Internet...

La vida es demasiado preciosa y frágil, pero a ciertos jovencitos les hace falta una base firme para poder cuidarla, y por ello, la menor brisa es como un vendaval. Triste, muy triste.

En Costa Rica, la situación va de mal en peor, en un caos que va más allá de una sola generación. El sistema educativo no es más que un reflejo del resto de los problemas. Veamos por ejemplo, este titular que me quito el apetito: http://www.diarioextra.com/2007/julio/19/nacionales11.php
Colegio Deportivo de Limón:
HAMPA OBLIGA A JÓVENES A ABANDONAR ESTUDIOS
Delincuentes armados han reducido a la impotencia no solo a los jóvenes, sino también al personal administrativo y a los profesores, para robarles sus pertenencias y amedrentarlos.
“Hay gente infiltrada en el Colegio que se dedica a vender droga entre los mismos estudiantes”, dijo el oficial.

Y ese mismo día: http://www.diarioextra.com/2007/julio/19/nacionales01.php

Mideplan y Unicef realizarán investigaciones:
COMPRAN CELULARES CON LA PLATA DE AVANCEMOS
Los estudiantes que reciben ¢50 mil mediante el programa Avancemos, que inició la administración Arias, gastan esos recursos en la compra de teléfonos celulares y en otros objetos de consumo, por lo cual no se cumple con las metas trazadas por el gobierno.

Lo uno y lo otro están relacionados. La inseguridad y el consumismo, la erosión de los valores, es un mismo paquete. Pagarle a los estudiantes para que sigan estudiando no es la solución, porque ellos carecen de la motivación para enfrentar los retos y seguir avanzando de veras. También carecen de modelos sociales adecuados. ¿A quién pueden emular? ¿Quién tiene la autoridad de decirles que no gasten la palta inconscientemente, que no le vendan droga a sus compañeros? Ellos ven a los dirigentes políticos utilizar la plata de bienestar social en mansiones y viajes. Ven a la gente que más tiene acaparando más. Ven que la sociedad valora la apariencia de dinero, sin importar de dónde salió o sus consecuencias. ¿Qué se les puede decir?

A mi me da no sé qué esa idea que tenemos en Latinoamérica de que si se es millonario ya no hay que trabajar. Yo he conocido –ejem, modestia y aparte-- a gente realmente millonaria. Lo bonito es que trabajan sin cesar, precisamente para poder mantener ese nivel de entrada de dinero. Generalmente tienen empresas, hay mucha gente que depende de ellos, por lo que su proceso de toma de decisiones no es nada sencillo. Lo que hacen, lo hacen con responsabilidad.

Creo que ser millonario se confunde con alguna fantasía de realeza medieval, porque que yo sepa, hasta los gamonales de las haciendas del siglo XIX tenían que levantarse a las cuatro de la mañana a volar pala.

En cambio, muchos jóvenes en Costa Rica van –si acaso van-- medio día al colegio, y después se plantan frente al televisor a ver tele. Dios guarde hacer tareas. Si se pone a estudiar, los compas se burlan de él y le ponen apodos. Si destaca en algún deporte o instrumento musical, es víctima de chota, sino de alguna jugarreta. Y lo mejor de todo, estas acciones son socialmente sancionadas.

El estudiante común verá cómo la gente que no estudia pero tiene conexiones pasa los exámenes sin estudiar, o paga por el título. Si tiene problemas con los profesores, ya sea acosamiento o simplemente majaderías, sino tiene “patas”, está frito y dejará los estudios, ya sea desmotivado o porque lo empujan. Son estos mismos profesores que también están nombrados por patas, no por capacidad. Los buenos educadores juegan limpio.

El ciclo de la pobreza se repite ante embarazos tempranos o estudios inconclusos (o ambos). Esto significa un atraso económico nacional, ya que la mano de obra disponible es no calificada, sirve para fábricas de ensamblaje sencillo –que no hay, porque el costo de la vida es bastante caro, y seguirá caro por el monopolio de los recursos de producción--, pero tiene aspiraciones de clase media, sin la preparación correspondiente. Tampoco está preparada para formar su propia empresa, ni existen los recursos/capacitación adecuados –están bastante limitados, al llegar la empresa cierto tamaño crítico, ya no puede crecer, no hay enlace con otras empresas, etc...

En Taiwan, sus homólogos probablemente tengan que ir a ayudar a los tatas en el negocio –la tienda, el restaurante o soda-- llevando platos o atendiendo gente. Tendrá que sentarse a la par de la caja o en la cocina a hacer las tareas donde el papa-la mamá lo vean haciéndolas, y si tiene tiempo de jugar será a distancia donde le puedan echar un ojito. Si los papás son empleados, irá probablemente a alguna escuela suplementaria. Y nada de caritas. Sabe que debe presentar buenos exámenes, o no irá al colegio/universidad. Pero tiene más opciones en cuanto a apoyo para montar su propia empresa, porque acá están enlazadas en clusters, o grupos, lo que facilita el acceso a capital y materiales a mejor precio.

En Costa Rica, los papás le pagan abogado al chiquito para que le resuelva los pleitos.

En Taiwan, al que pescan en la mentira, va para la cárcel: 20 meses de cárcel y dos millones de colones de multa por dar clases con título falso. Fraudulent professor sentenced, fined http://www.chinapost.com.tw/taiwan/2007/07/20/115540/Fraudulent-professor.htm


Hay muchas cosas que un Gobierno, la comunidad, y la familia pueden hacer para mejorar la educación, que no requieren mayor inversión sino una actitud vigilante, comprometida y una redefinición de valores. Sin ello, cualquier plata, cualquier esfuerzo, no es sino “polvo en el viento”.

viernes, 13 de julio de 2007

Seguimos con la buena vida.



Justo antes de que pasara lo que ya saben que paso, decidimos aprovechar que todavía no había empezado la temporada de tifones y darnos una vueltita por Hualien, en la costa este de Taiwan.




Recientemente habían anunciado con bombos y platillos la inauguración de un nuevo tren llamado: el Expreso Taroko. Este es un tipo de tren japonés, que se llama “oscilador” (tilting en inglés); o sea, que tiene unos compensadores estilo mi primer pick-up, que se le dan un vaivén al viaje como cuando te echás unas 9 o 10 birras y tenés que tocar tierra porque todo te da vueltas. En fin, que la cosa es que el aparato promete llevarte en 2 horas o menos a Hualien, un área turística muy popular, y por buenas razones.


Aparte del espectacular farallón de mármol en Taroko, es un lugar, como dicen en chino, “con buena agua y buenas montañas”. Las playas son bellas, y es uno de los mejores lugares en cuanto a organización para turistas.









Nos levantamos temprano un jueves –como todo en Taiwan, es mejor ir entre semana, porque el molote de gente en feriados, es pues, de locos. Sin embargo, a pesar de madrugar, ya todos los puestos estaban vendidos en el Expreso Taroko, el cual tuvimos que ver partir desde el andén.








Hay otras opciones: 1. Tzu-Chiang, el más rápido, con ruta por Yilan o las montañas ‘no se ve la costa ni el mar. 2. Chu-Kuang: tipo turístico, con asientos más amplios, y generalmente toma la ruta panorámica por la costa. Para mas informes:



Nosotros tomamos el tren lento turístico, y si bien dormimos parte del viaje, aún así disfrutamos de la vista: montañas a la derecha, mar y playa a la izquierda.

Tomamos el taxi al hotel. Sépanlo, habíamos reservado ya con antelación hotel con tour incluido, pero se puede también comprar paquete de hotel con tiquete de tren, o separar las opciones de alojamiento y transporte. A muchos extranjeros les gusta alquilar motos en Hualien y recorrer la ciudad ellos mismos. Nosotros somos vagos: estamos de vacaciones, y además, hace calor, queremos aire acondicionado. El hotel incluye desayuno, y muchos tours incluyen almuerzo.



Por unos mil NTs se puede contratar a un taxista o a un chofer particular en Hualien --especialmente cerca de la estación de tren-- que te lleva donde le digas. Los tours de los hoteles cuestan mas o menos lo mismo, pero ya van por una ruta definida. Preferimos esta opción en vez de conducir nosotros mismos porque manejar dentro del Parque Taroko es como los que manejan los ferrys en el Canal de Panamá. Hay que entender el lugar, saberle los recovecos, escucharlo y atender cuando hay peligro de derrumbe o caída de agua. No queremos terminar nuestros días como cucaracha en bisagra debajo de una plancha de mármol. Aparte de ello, tiene muchas zonas restringuidas, para seguridad de los viajeros.

Además, el lugar es tan hermoso, que no vale distraerse manejando, cuidando la carretera, sino más bien hay que llenarse los ojos de verde. Las rocas colosales, los ríos y laguitos, los templos y esculturas, los senderos, las estelas de piedra...Taroko es un lugar realmente especial.










Pero Hualien no es sólo Taroko. Sinceramente, la cuidad tiene sus atractivos. Es una ciudad práctica, compacta, fácil de recorrer. Hay mucho movimiento comercial, y el servicio en general es excelente. Del hotel a la fonda de la esquina, muy atentos y simpáticos. No tengo quejas.

La ciudad entera está llena de esculturas de mármol. Es un verdadero hallazgo para los que nos gusta el arte urbano.

Cerca del lago donde vive la tribu ami hay un montón de tiendas de joyería en piedras rosa, jade, cristales, etc. También hay paseos en bote, buenos cafés, y una barbacoa estilo aborigen de chuparse los dedos. Gastamos plata y quedamos satisfechos. ¿Qué más se puede pedir?









También visitamos la primera sede de la Caridad Budista Tzu Chi y el hospital original, antes de que inauguraran el hospital grande en Hualien que tienen junto a la universidad. Después de ver el lugar y recorrer las clases, se puede recomendar esta opción para aprender mandarín en Taiwan. La universidad está bien organizada y lo importante es que tienen mucha voluntad de ayudar.




Aparte de eso, participamos en la celebración del cumpleaños de Buda. Nos regalaron unos pancitos en forma de loto.

Antes de regresar, visitamos el Museo de la Pesca, en la Playa Siete Estrellas. No solamente fue muy interesante, sino también pudimos comprar algo diferente para compartir con los amigos y compañeros de trabajo: pescado seco, hojuelas con algas, pasta para miso, y otros bocadillos hechos de pescado. Muy ingenioso eso de poner la tienda a la par del museo.

Las piedras de la Playa Siete Estrellas son muy especiales porque muchos artistas las usan para sus obras. La mayoría son pedacitos de mármol, redondeados por el efecto de las olas. Recogimos algunas para cuando nos de un “art attack”.

El regreso nos fue bien, porque hay un tren Tze Chiang que hace el recorrido en poco mas de dos horas –más que el Taroko y con menos movimiento, pero mucho menos que el Chu-Kuang. Esta es una buena opción de noche. De hecho, algunas personas hacen este paseo que nosotros hicimos de fin de semana en un sólo día.
Los dejo con una imagen del recuerdo:

Nota:
Estas banderas se encontraban a la entrada del centro de informacion para visitantes del Parque Taroko.

jueves, 21 de junio de 2007

El Derecho al Berreo

Lamento la tardanza en comentar acerca del hecho historico que se nos vino encima. Ticoexpat se ha visto sumamente afectado emocionalmente por el bazucazo del Aguila Imperial. No quiero ni tocar "el temita" - eso de ruptura de relaciones me suena a divorcio estilo La guerra de los Roses. Nadie puede salir ileso.

Como buen budista, creo en el karma. El "realismo" de Oscar Arias me suena a "realismo magico" como caer en el Aleph de Carpentier, y su adaptarse a lo que hacen los demas 168 paises se siente como tragarse 1984 y asumirlo - ni que Farenheit. Hubris colosal de dictar los destinos de un pais sin dudar un golpe de timon, sin consultar, ni asumir. Antes pensaba - y me disculparan mis coterraneos chinos - que era un defecto de caracter oriental, querer salvar la cara sobre todas las cosas. Pero no, es universal, como todas las tragicas fallas humanas.

Como dije antes, opino que la ley del karma es una espada de Damocles, que pende sin darse cuenta. Nosotros en Taiwan tambien tenemos una espada sobre nuestras cabezas, y es de admirar esta gente. Pudo haberse dado por vencida cuando invadio Koxinga, pero no. Pudieron someterse a los japoneses, pero no. Ni siquiera el KMT logro erradicar completamente su derecho al berreo - sino, porque se quejan tanto de los jupones surenos? Es como decir: para que comer, si siempre voy a tener hambre? O si soy policia: para que perseguir ladrones, si siempre hay alguien que roba? O para que estudiar, si siempre habra alguien mas inteligente?

La mayor leccion que he aprendido aqui de esta gente es a tratar de ser humilde. Todos los dias lucho contra mi orgullo e intolerancia, y no hay mas grande enemigo que uno mismo. La otra gran leccion es que where there is a will there is a way. Y si uno lo desea, encuentra el camino. Me arrepiento profundamente solamente de las veces en que no quise dar un paso por miedo, ya fuera propio o por ser amedrentado. La ultima perdida fue tan grande que me prometi no volverlo a hacer. Desde entonces vivo con la conciencia mucho mas tranquila. Dios sabe que eso lo aprendi de esta gente, que viven en una isla que se enfrenta a la naturaleza - terremotos, tifones, inundaciones terribles, etc. - y a la politica - el ejercito mas grande del mundo, leyes impuestas unilateralmente, un mundo que los cree titeres o monedas de cambio, pero aun asi no se dan por vencidos. Siguen adelante todos los dias sin perder de vista la meta. Son como el bambu: se doblan pero no se quiebran.

Me diran: se enganan a si mismos, ya la guerra esta perdida. No lo creo. Yo confio en el derecho de la autodeterminacion de los pueblos. Cierto, el mayor peligro son Malinches, o los que abren las puertas de la Muralla china por adentro. Pero el espiritu es fuerte, y al espiritu no se le puede encadenar. Puede perder el rumbo un rato, vagar errante, pero sigue firme.

Repito: yo creo en el karma. O como decimos en Tiquicia, arrieros somos, y en el camino andamos. No hay nada que pueda ser encubierto, y se puede enganar alguna gente todo el tiempo pero no a todos todo el tiempo. Lo bueno y lo malo sale a la cara. nadie puede ocultar su verdadera naturaleza siempre. Yo sigo apegada a mis valores, que en este momento hacen eco de los de Taiwan. Ser libre es una responsabilidad, y por ello ejerzo mi derecho al berreo.

Existe mucha falta de informacion sobre lo que realmente sucede en este lado del mundo. Por este medio anuncio la creacion de un nuevo blog, en el cual traduciremos mas noticias y datos que permitan hacer una evaluacion mas detallada. Procuraremos dar una vision abarcadora que permita conocer y apreciar, dando cifras y datos concretos para evaluar, buscando en lo mas posible desenmascarar los mitos y desembarazarse de las manipulaciones. Seria presuntuso decir que voy a ser neutral: el observador siempre cambia al objeto observado. No obstante, ojala mi voz pueda plantar la duda existencial, que corroe y no deja que nos traguemos todo lo que nos ponen por delante y regurjitemos cual ovejas atoradas de pasto seco. Ya lo dijo antes un sabio: mansos como palomas, astutos como serpientes. Aspiro a tener discusiones interesantes y aprender a mismo tiempo que comparto lo que he hallado en este lugar.

Finalmente, con todo el respeto, si alguno de los mil misiles que hay del otro lado del Estrecho de Taiwan llegara a mandarme al otro plano existencial, prometo que mi fantasma volvera a Tiquicia.

martes, 15 de mayo de 2007


Paseo a Pingshi

Una de las cosas que mas me gusta de Taiwan son los trenes, primero que todo porque me recuerdan mi ninez, ya que viviamos lo suficientemente cerca de la Estacion al Atlantico como para poder verlo pasar todos los dias.
Por otro lado, acá hasta el metro me deja un poco de nostalgia, porque sé que el tren ha desparecido en Costa Rica y quién sabe cuando se volverá a ver.


Así que para mí, la ocasión para viajar en tren es de celebrar. Comenzamos el paseo con el viaje en metro hasta la Estación Central de Trenes de Taipei. Este hormiguero humano es un verdadero laberinto, pero pasar del MRT (como se le llama al metro aquí) al sistema de ferrocarril no puede ser más fácil: simplemente se sale por una puerta lateral (cerca de la salida #2; o sea, del lado que da al Civil Boulevard) y ya está uno en el área de compra de tiquetes, ya sea en una máquina automática o en las ventanillas correspondientes. Ahí compramos un pase a Rueifang, una de las estaciones de intercambio.

El área cerca de Ruifang, en la costa norte, ya es bastante atractiva en sí misma. Desde esta estación se puede tomar un taxi a Jiufen, una pequeña y coqueta ciudad turística en las colinas; o a Chinguashi, y visitar el Museo de Minería de oro o el antiguo campo de prisioneros de guerra.

En la ventanilla de tiquetes de Ruifang se puede comprar por apenas 54 NTs un pase especial para la línea de Pingshi, que permite bajarse en todas las estaciones, si así se desea. También se puede comprar por 100 NTs un tiquete de entrada al Parque Cataratas de Shifen, que es una buena oferta porque si lo compra al llegar al parque le cuesta 180 NTs.
En caso de emergencia de hambre, tambien venden un bientang muy bueno. Y no hay problema: se permite comer en el tren.



Aunque el tiquete viene todo en chino, la información básica es bastante simple. Primero que todo, la ruta marca la estación final de la línea que uno va a tomar. Segundo, uno corrobora que la información del tren, por ejemplo, el número de tren, carro, tipo de servicio y otros, sea el mismo del tiquete. Tercero, no todos los trenes vienen con asientos reservados, pero la línea de Pingshi es una línea turística y toda la gente va feliz y relajada disfrutando del paisaje, y si se puede viajar de una estación a otra, no hay problema. Si les digo que el conductor suena el pito, se acomoda la gorra, y desacelera cuando ve que lso turistas quieren fotografiar el tren. Ah! No se olviden de revisar los horarios de regreso, eso sí. Algunos trenes no van hasta la última estación del recorrido, otros no paran de vuelta en Rueifang. Ojo.

Una vez cómodamente sentados en el tren, decidimos parar primero en Pinxi, pensando lógicamente que al ser la ciudad que da nombre a la línea, será también la más interesante. Bueno, no tanto. La época buena para ir a Pinxi es justo después de Año Nuevo Lunar –conste, no es sólo Año Nuevo Chino, no sólo los chinos celebran esta festividad- cuando se liberan los faroles celestiales. Claro, la cantidad de gente atraída por los faroles es monstruosa, pero así es todo lo bueno en Taiwan.


Recorrimos las callecitas con puentes decorados, y muchos, muchos gatos callejeros. Almorzamos en una sodita de pueblo, junto con los locales, y compramos la obligatoria “tarjeta postal de madera”, uno de los recuerditos más populares de la zona.
Es linmdo pasear en esas calles estrechas tan tranquilas, que lo devuelven en el tiempo unos decenios atras, cuando la vida era mas calmada. Los adoquines y las tejas le dan a las casas un aire romantico, y el cuidado y orgullo que sienten los habitantes por sus ciudades tan especiales son realmente contagiosos.

A la segunda vuelta nos dimos por vencidos de esperar el tren y nos atrevimos a caminar hasta la siguiente estación: Chitong. Sede de un antiguo dormitorio de la época japonesa, el comercio en esta estación estaba mucho mejor organizado para sacarle la plata al turista, con más snacks tradicionales, varias cafeterías y casas de té, y otras atracciones como caminatas para buscar luciérnagas o paseos a escuelas antiguas, entre otros.

Había también un centro para visitantes bastante completo, con museo interactivo para aprender más acerca de la fabricación de los faroles celestiales. A mí lo que más me gustó fue la exhibición dedicada a la minería de carbón, antes fuente de empleo en la zona. Aparte de los instrumentos usados para la minería, como picos, palas, y otros usados en la vida diaria de los mineros, me llamaron poderosamente la atención los modelos a escala de las minas, las áreas de trabajo, los procesadores, etc...hechos con gran detalle y veracidad.

No obstante, también había demasiada gente, tanta que ni siquiera me pude comprar un helado. Así que nos devolvimos, esta vez en tren, hasta la estación de Chifen. Esta vez, el comercio se extendía por toda la zona a ambos lados del tren, hasta llegar al Parque Cataratas de Chifen. Me compre una botella de un litro de té de shanzao (traducido sería zacate de montaña, un té de hierbas amargo, de color negro asfalto, que no a todos los locales les gusta, pero muy popular en primavera) y con el calor lo baje de un solo. También compré unos bellos mini faroles celestiales para armar, que enviaré como regalos a mis amigos interesados en Taiwan. También había lámparas en forma de farol, hechas con tela tradicional (peonías impresas en un fondo rojo); mini faroles con luz de LED, más tarjetas postales de madera, labradas con motivos de faroles y paisajes de la zona; camisetas estampadas con fotografías del tren; bueno, se pueden imaginar la cantidad de artículos. Yo no sé ustedes, pero cada vez que voy a estos lugares, se me ocurren un montón de artículos para promocionar los pueblos corrongos de Costa Rica. Si alguien quiere ser mi socio, que me escriba.

Nosotros recorrimos el trecho hasta las cataratas, pero como había que pagar, nos regresamos a Chifen por un sendero entre la montaña. Ya para entonces había comenzado a anochecer, y los primeros faroles celestiales comenzaban a ascender al cielo. Hora de regresar a casa.



miércoles, 25 de abril de 2007
















Curvas cerradas

Lo prometido es deuda. El sábado tempranito salimos en caravana hacia Pinglin. Como vivo en la parte sur de la ciudad, fuimos en MRT hasta la estación final de Xindian, donde se pueden tomar buses a Pinglin, Wulai, Sanchia, y otros lugares interesantes.
Los buses a Pinglin sales aproximadamente cada hora, a la hora y cuarto. Justo fuera de la estación de tren, hay un quiosco del Gobierno del Distrito de Taipei, donde pueden darle una hojita con los horarios ida y vuelta, así como mapas, y demás etceteras para turistas despistados.









En la estación de bus fuimos acosados por una bandada de taxistas piratas, que ofrecían sus servicios de guía para Wulai. Salados, papitos, porque puedo leer chino y saber que: 1. No me estás cobrando mucho, pero sé que en el restaurante o centro de aguas termales que me dejes te van a dar propina. 2. Los buses de Wulai pasan cada media hora. Y 3. ¡De por si yo voy para Pinglin, te lo digo por quincuagésima vez!

Una vez en el bus, disfrutamos del paisaje junto al río. Arboles preciosos, casitas coquetas, escuelas como estampas típicas. Unos cuantos residenciales tipo colmenares todavía nos acompañaron un rato –persistentes- hasta que empezamos a subir una cuesta como Cambronero. En serio, era como pasar por el Cerro de la Muerte, neblina y todo, con la excepción de que era en una carretera, que si bien no era nada ancha, sí estaba mejor demarcada, con espejos en las esquinas, paredes de contención, y sin tanto loco acelerado. No obstante, el chofer, como llevaba algo de hambre porque había comprado su bientang (casado chino empacado en una cajita de cartón), se le ocurrió a medio camino comenzar a acelerar... en esas curvas. No sentí temor de algún accidente en ningún momento, ya que no iba tan rápido subiendo la cuesta, pero el problema es que el efecto centrífugo en mi aparato digestivo fue catastrófico. Me pareció volver a tener cuatro años en esos viajes largos a Limón, dejando en el camino el desayuno tan rico que comía uno en Cervantes.









Para no cansarlos con el cuento, llegué yo primero y mi estómago después. El lugar estaba vacío; desde que abrieron el Túnel Shueshan, el más largo de Asia, para cortar camino a Ilan, la gente ya no precisa subir esa cuesta monstruosa y prefiere la autopista que lo deja en la costa este en 45 minutos, por lo que Pinglin ha perdido algo del tráfico de turistas de fin de semana. Ahora solamente buses de chinos continentales o excursiones ya sea de motociclistas de más de 2500 cc, empresas algo tacañas, o ciclistas masoquistas pasan por la zona. Lo cual es una pena, ya que el paisaje es bellísimo.
Sin embargo, salimos rascando, ya que no se veía un lugar para comer ni en pintura. Eso en Taiwan es algo rarísimo. Ni siquiera un 7-Eleven. Umph, sospechoso. El colmo fue que en el Museo del Té sólo tenían helados, semillitas y pare de contar. Así que tuvimos que caminara a la entrada del poblado, donde por suerte había un café al aire libre, con vista al río. ¡Ahh¡ La comida estuvo buena, el paseo corrongo. Y lo más importante, la pasamos bien. El problema fue regresarse a Taipei pasando las mismas curvas. ¡Hugo!